Julio Biosca sabe bien lo que es dedicar grandes esfuerzos al trabajo y acabar a horas intempestivas. La gestión de un restaurante conlleva esos «sacrificios». Pero el propietario del afamado restaurante Casa Julio de Fontanars dels Alforins, que ha llegado a ser reconocido con una estrella Michelin, ha cambiado los fogones por la alcaldía de la localidad y estos días «vive» en el consistorio. Anteayer le dieron las once de la noche en el ayuntamiento. Compromís se ha estrenado en el municipio arrasando y los cuatro concejales obtenidos dan a la coalición la mayoría absoluta y a Biosca, que encabezaba la candidatura, la alcaldía.
El nuevo primer edil ya ha avanzado que no tendrá dedicación exclusiva en el consistorio y que no dejará Casa Julio. «Sacrificaré tiempo libre», explicaba ayer Biosca a este periódico, señalando que los lunes y martes, que «librará» en el restaurante, se centrará en el ayuntamiento. Avanza que no será difícil verlo trabajando en el negocio, fines de semana y fiestas incluidas. «En fiestas es cuando más trabajo hay. Evidentemente habrá actos en los que tendré que ejercer de alcalde, como procesiones, pero en el acto de la Entrada trabajaré en el restaurante», expone.
El alcalde manifiesta que los cuatro concejales de Compromís se repartirán la dedicación del ayuntamiento y se «rebajará» la partida destinada a la dedicación del alcalde „el anterior tuvo exclusiva. La coalición quiere «cambiar la manera de trabajar» y dar paso a un gobierno donde «los cuatro regidores se repartan las responsabilidades». Y en eso está el nuevo ejecutivo. Julio Biosca explica que «estamos poniéndonos al día de la gestión, las actuaciones y cogiendo el ritmo». Subraya que las primeras decisiones se están centrando en «cambiar hábitos adquiridos en la manera de trabajar, para hacerlo de forma más eficiente y respetando las reglas». En Fontanars, de unos 1.000 habitantes, «el alcalde llevaba todo el peso del ayuntamiento y, aunque se hacía con buena intención, uno solo no puede llegar a todo», manifiesta Biosca, por lo que el nuevo gobierno distribuirá las responsabilidades entre los cuatro ediles.
Cuatro serán las áreas en que se estructure el gobierno y que se repartirán los cuatro representantes de Compromís. Biosca asumirá asuntos de Personal y Urbanismo, mientras que las regidoras Rosalía Soler, Mª Ángeles Beneyto y Beatriz Doménech gestionarán el área de Economía y Educación; Bienestar Social; y Transparencia y Participación.
El primer edil asegura que el turismo, «motor importante» en la localidad, será uno de los ejes de la legislatura. «Potenciarlo de manera más eficiente», explica Biosca, que pone de manifiesto que la marca Terres dels Alforins „agrupa a la localidad, Moixent y la Font de la Figuera, que conforman una importante área vitivinícola„ «tiene mucho margen de mejora y tenemos que buscar maneras de expandir la marca y ver quien puede aportar algo».
Sin pasado político
Julio Biosca llega a la alcaldía sin pasado político y explica su implicación a partir de las elecciones de 2011, «cuando vi que había una única fuerza que representaba a Fontanars, el PP, ya que el PSPV presentaba gente que no era del pueblo». Tras pulsar la situación para formar un grupo «vimos que había un run-run general que pedía un cambio y logramos organizar un grupo de más de 20 personas». Después llegó decidir bajo que paraguas político concurrían y por unanimidad se decidió Compromís. Biosca dio el paso a encabezarlo una vez «tuve la seguridad de que el trabajo en el restaurante estaba controlado y la tranquilidad ante el potencial de la agrupación formada». El resultado electoral ha hecho el resto.
