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El abad de Xàtiva anuncia que deja la Seu tras 20 años

Arturo Climent Bonafé fija su misa de despedida para el 12 de septiembre tras haber ejercido como máximo responsable de la Colegiata desde 1996

El abad de Xàtiva anuncia que deja la Seu tras 20 años

El abad de Xàtiva, Arturo Climent Bonafé, deja la Seu. Con su marcha de la Colegiata termina una etapa sin parangón que ha durado cerca de 20 años: fue nombrado a finales de 1995 y tomó posesión del cargo en una ceremonia a cargo del entonces arzobispo de Valencia, García-Gasco, que tuvo lugar en enero de 1996. Climent anunció que deja la Seu en las misas de este pasado fin de semana. Sin embargo, su adiós no es de un día para otro. Seguirá al frente de todo por espacio de dos meses más. Su misa de despedida ha sido fijada para el 12 de septiembre. El Arzobispado de Valencia no ha anunciado ni quién le sustituye ni cuál será el nuevo destino del hasta ahora abad de la Seu.

Consultado por este diario, Climent se limitó a decir que «tanto el cardenal [Antonio Cañizares, arzobispo de Valencia] como yo hemos hablado y hemos llegado a la conclusión de que después de 20 años, dejar la Colegiata es bueno para la Seu y bueno para mí».

Controvertido en algunos aspectos de su gestión como por el cierre de la guardería el Palau o por el enfrentamiento con las fallas de Xàtiva por no dejar acceder al interior de la Seu en la última ofrenda, cuando fue abucheado, la de Climent será recordada como una trayectoria quizá demasiado personalista pero clave en dos aspectos: el colosal salto de la Seu a los medios de comunicación y la inmensa labor de recuperación del patrimonio llevada a cabo.

Columnista de Levante-EMV

En lo relativo a los medios, con Climent ha hecho fortuna aquello del «apostolado de papel»: en las páginas de Levante-EMV ha escrito más de medio millar de columnas desde prácticamente la siguiente semana de su nombramiento. En cuanto al patrimonio, la recuperación de Sant Francesc para el culto y la exposición Lux Mundi de la Llum de les Imatges en la Seu como escenario principal son, sin duda, los dos hitos más significativos. Pero no los únicos. Fruto de su empeño personal ante las instituciones, la rehabilitación de la ermita de Sant Josep ha sido otro uno de los mayores logros. Por no citar al detalle la cantidad de piezas del patrimonio mueble de la Seu que han cobrado una segunda vida gracias a los numerosos procesos de restauración.

En lo pastoral, Climent Bonafé (Llombai, 1944) ha puesto un particular empeño en hacer de la Seu una comunidad que atraiga a la juventud, y tanto con García-Gasco como con Carlos Osoro, la presencia en Xàtiva de la cúpula del clero valenciano ha sido habitual. Han ayudado a dar una dimensión mayor a todo lo relacionado con la Seu la condición de templo jubilar de la que ha gozado la Colegiata en dos ocasiones, en 2000 y 2013.

Una labor infatigable

Las iniciativas del abad de Xàtiva son inabarcables. Introdujo en la Seu la pintura figurativa actual con los cuadros de los beatos del proceso de 2001, potenció la Porta de l'Aljama en Sant Josep, restauró las vidrieras de la Seu, rehabilitó la casa natal de San Jacinto Castañeda, creó el Museo Parroquial y el Centro de Estudios Borgianos así como el nuevo albergue el Palau o desatascó el convenio municipal suscrito antes de su llegada por el que el consistorio debía construir para la Seu el centro Sant Francesc —sede de Cáritas— a cambio de haber renunciado a San Agustín. Por contra, la ampliación del museo a toda la girola de la Seu y su cierre al público para así cobrar entrada fue una de sus decisiones más contestadas.

Su legendaria capacidad para recoger fondos —mantiene activas colectas de todo tipo— o la edición semanal de una Hoja Parroquial para coleccionistas son algunos más de los aspectos destacables de su mandato.

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