amos a salir de esa nube de pesimismo donde nada parece tener solución. La humanidad tiene miles de años pero todavía no aprendemos a lidiar totalmente con todo nuestro cuerpo. Tenemos muchos métodos y maneras de buscar la evolución a través de la tranquilidad, el placer y la relajación. Algunos son muy secretos pero ahora con internet y toda su co-información, podemos compartirlos y aprender cada vez cosas nuevas. ¿Queremos evolucionar o no? Conocemos las maravillas del deporte, del ejercicio diario; andar por un parque, nadar, hacer pilates, yoga; clases de baile, la meditación —que nos ofrece un momento para hablar con nuestro interior— y tantas otras maneras de vivir mejor. Pero si prosperar es hacer lo que se espera de mí para tener éxito y poder ayudar a otros, lo primero es conocerte a ti mismo, ser capaz de controlar las angustias y todas esas cosas que intoxican el cuerpo utilizando un detox emocional. Es como poner a dieta nuestra mente y nuestro espíritu. ¿Ya lo conoces? La mente está llena de pensamientos y por ella pasan muchas emociones a lo largo del día; algunas de ellas fertilizan nuestro cuerpo pero otras nos contaminan, menguan nuestra energía vital y se apodera de nosotros la ansiedad, la preocupación... Esa polución emocional destruye nuestro cuerpo y diminuye su capacidad de funcionamiento; pueden causarnos enfermedades y molestias que no están en la genética y que, por tanto, pueden evitarse si estamos dispuestos a eliminar lo que no es nuestro. Hay que intentar tener autocontrol y dejar atrás los hábitos y pensamientos que atacan nuestra buena salud emocional y física. Hay muchas cosas que parecen pequeñas pero importan mucho, como la manera de comunicar y socializarnos. Esperar que otra persona cambie su manera de actuar no funciona, porque si queremos cambiar algo hay que empezar por nosotros mismos. Nadie sabe bien lo que quiere, tenemos nubes de deseos y ansiedades. Olvidemos todo eso: los pensamientos nefastos, el miedo al rechazo o a no ser perfecto, el miedo de no ser amado, de no poder ayudar a quien se ama y el resto de miedos. Acuérdate de lo bueno. Las palabras duras de un amigo o la manera como me trató una vecina hace más de un año y otras decepciones de la vida que cualquiera puede tener ya no importan; deben salir de nuestra cabeza. En este siglo tenemos una lluvia de informaciones, y tener la mente limpia es imprescindible. Si limpiamos la mente estaremos preparados para todo lo demás.