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des dels alforins

descaste en el bonillo

Primer día de descaste de conejos en el coto de caza intensiva Casa Emilia, que gestiona Tomás Martínez, situado en el Bonillo (Albacete). Tenía ganas de desenfundar la escopeta y pegar cuatro tiros a los rabudos, pero nada comparable a la caza del conejo con perro. Si no que se lo pregunten a los podenqueros. Y a los que nos gusta cazar con perro sea de muestra o no, también. Habrá que esperar hasta el día 1 de agosto —el próximo sábado, ya— para poder salir al monte con nuestro incansable compañero de fatigas. Sin embargo, en los cotos de caza intensiva, como es el caso, no entiendo porqué no se puede llevar perro cuando se abre para el descaste. En los acotados donde hay pollos de perdiz, todavía hay perdigots como codornices o más pequeños y es normal que no se pueda cazar con perro para no molestar a las patirrojas. Además, con estos calores no es bueno agobiarlas ni cansarlas. Pero en los cotos de caza intensiva no tiene razón de ser porque todavía no se ha hecho la suelta de perdices y lo que pueda criar allí y nada es lo mismo. De la misma manera que la apertura de la veda se adelanta unos días en estos cotos debería permitirse cazar con perro y no esperar a agosto. Los permisos para el descaste del conejo los concede la conselleria para paliar los daños causados en la agricultura. Normalmente en los cultivos de cereal, pero también en viñedos y frutales.

La mañana no se ha dado mal del todo, aunque he empezado errando el primer conejo de la temporada, que ha arrancado de mis pies al entrar en un reguero y prácticamente chafarlo. Para ser el primer día corrían que se las pelaban y estaban bastante espabilados, dando pocas oportunidades y evitando salir a terreno abierto. Apenas ha llovido durante la primavera y el terreno está muy seco. El conejo tiene un oído privilegiado. Conforme íbamos batiendo la mancha que nos han asignado, veíamos a los conejos corretear por delante de nosotros, guardando las distancias. Me ha acompañado durante la jornada uno de los guardas de la finca, Juan Antonio. Hay que ver la destreza con la que desolla los conejos. El secreto es hacerlo inmediatamente muerto el animal. Los limpia apretándoles el buche, sin necesidad de meterle la navaja. Yo soy incapaz de quitarles las tripas, antes y después y en épocas de calor es lo primero que se debe hacer, si no queremos tirar la caza al cubo de la basura.

Población diezmada. El conejo en esta zona de La Mancha ha diezmado mucho como consecuencia de enfermedades como la mixomatosis, aunque poco a poco su población se va recuperando. La que no levanta cabeza es la liebre, que prácticamente ha desaparecido y que antaño dio tan buenas jornadas de caza. Dicen que la causa son las autovías, que les ha cortado el paso. Lo que sí se ha visto es bastante revuelo de palomas torcaces a lo largo de toda la mañana. Iban a comer a un campo de lentejas que hay en la finca. El problema es que cuando se abre la media veda ya han cambiado de lugar. El día ha salido parcialmente nublado, lo que nos ha permitido estar en el campo, sin pasar excesivo calor hasta las 10 de la mañana. Más tarde es absurdo seguir cazando porque los conejos ya se han encerrado en las madrigueras. Pese a no llevar perro he matado un par de conejos a la carrera que te suben la autoestima. Da gusto revolcarlos a 20-25 metros. Al final la percha no ha sido mala del todo, seis conejos y 18 tiros. Podía haberla ampliado con un par de conejetes más, pero no me puedo quejar.

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