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El edil Estellés convoca a Patrimonio para analizar los daños del retablo de Sant Feliu

El concejal pide a los técnicos que visiten la ermita de Xàtiva y diagnostiquen el deterioro sufrido

El edil de Patrimonio del Ayuntamiento de Xàtiva, Jordi Estellés, actuó ayer con suma celeridad para conocer la dimensión de los daños en el retablo de la ermita de Sant Feliu. El concejal subió personalmente al templo ayer por la mañana; convocó al arquitecto conservador del castillo de Xàtiva y gran experto en el patrimonio local, Vicent Torregrosa —con quien estuvo en el templo—, y contactó con el abad de la Seu, Arturo Climent, y con personal de la Conselleria de Cultura. A través de esta última gestión, Estellés pidió que «a la mayor brevedad posible» uno o varios técnicos de Patrimonio acudan a la ermita y establezcan, in situ, qué importancia tienen los daños y qué soluciones cabe articular.

Este diario reveló ayer en exclusiva que la tabla de Cristo crucificado del retablo de Sant Feliu (del siglo XV) muestra abundantes manchas de humedad o veladuras cuyo origen, pese a que podría tratarse del efecto del calor, todavía se desconoce. Estos desperfectos fueron detectados el sábado en la misa del día del patrón. En las imágenes que este diario tomó del retablo, las manchas blancas son muy visibles en gran parte de la pieza. Sin embargo, la altura de la pieza no permite identificar desde abajo la textura de las mismas y si hay o no desprendimiento de la pintura. Eso mismo es lo que explicaron ayer también Estellés y Torregrosa, quienes en su estancia en Sant Feliu no pudieron determinar con claridad qué tipo de daño tiene la tabla. Jordi Estellés declaró a Levante-EMV que todo apunta a que «es el tremendo calor el más que probable causante de estos desperfectos, pero eso es una valoración que evidentemente han de hacer los expertos. Por eso quiero que vengan a la ermita lo más pronto posible», subrayó. El concejal dijo que en Sant Feliu hay mucha humedad en verano «pero también en invierno» y avanza que quizá haya que colocar algún tipo de ventilación más efectiva para evitar que en lo sucesivo se dañe una joya del patrimonio local restaurada entre 2003 y 2005 cuyo coste se acercó a los 300.000 euros.

Diez años de la restauración

El retablo fue desmontado de su ubicación en 1998, pero la restauración no comenzó hasta 2003. Tras 20 meses de trabajos —en la misma ermita— fue expuesto en el San Pío V de Valencia. El 1 de agosto de 2005 fue mostrado de nuevo a los fieles en Xàtiva.

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