Rápida reacción. El Ayuntamiento de Xàtiva ha cogido el guante lanzado por Iniciativa Cívica del Centre Històric y ayer anunció que ha iniciado el estudio para trazar el plan de movilidad en el casco antiguo de la ciudad. Un plan que establecerá las acciones para restringir el paso de vehículos, limitar su velocidad, habilitar estacionamientos y avanzar hacia la peatonalización del centro histórico, y que se aprobará contando con la participación de los agentes sociales y económicos de la emblemática zona.
Así lo avanzó ayer el concejal de Patrimonio, Jordi Estellés, quien señaló que el plan tendrá en cuenta las consideraciones de «vecinos, comerciantes, asociaciones y entidades de la zona, como no puede ser de otro modo. No vamos a hacer como el anterior gobierno, que implantó un sistema de restricción del tráfico sin consensuarlo».
Iniciativa Cívica del Centre Històric reclamó que el nuevo ejecutivo local emprendiera acciones en el casco antiguo, tal como están haciendo otras localidades, entre ellas Valencia, que ha decretado una velocidad máxima de 30 km/h. en el centro de la ciudad. El colectivo de Xàtiva había elaborado un documento con propuestas a tener en cuenta, basadas en acciones que se llevan a cabo en otros municipios. Un documento que ha entregado al consistorio en una reunión a la que asistieron integrantes de Iniciativa Cívica, el concejal de Tráfico y Aparcamiento y alcalde en funciones, Miquel Lorente, el edil de Patrimonio Histórico, Jordi Estellés, y la concejala de Turismo y Policía Local, Mariola Sanchis.
Estellés aseguró que la restricción de vehículos «será consensuada» y explicó que «primero veremos como funciona el dispositivo actual para replantearlo en el plan de movilidad». Actualmente, el cierre del centro histórico de Xàtiva se ejecuta con un sistema de bolardos escamoteables implantado por el anterior gobierno del PP. Un sistema cuya instalación costó, según datos del consistorio, 770.000 euros, a los que se añaden las reparaciones en el sistema a causa de las numerosas averías sufridas, así como denuncias de conductores por daños en sus vehículos. El nuevo gobierno ha recordado las «controversias» que creó la implantación del sistema de bolardos, así como que «no ha tenido el resultado esperado», pero ante su inversión, Jordi Estellés indicaba ayer a este diario que no se plantean retirarlo. «Hay que darle una solución óptima a ese sistema y complementarlo con otras medidas», dijo. Estellés también señaló que el limite de velocidad en el centro histórico «es el que marca la ordenanza municipal», que fija la velocidad en los 20 km/h. y manifestó que revisarán los tramos en los que la señalización contradice la ordenanza. Ante los incumplimientos de los conductores, el edil de Patrimonio anunció «un mayor control».
Habilitación de aparcamientos
El problema de la falta de estacionamiento en el casco antiguo es una de las mayores preocupaciones para residentes y consistorio y Jordi Estellés avanzó que «ya estamos trabajando para recuperar espacios degradados y solares para habilitarlos como aparcamiento». Otra medida que también será consensuada, en este caso con propietarios, y que podría estar en marcha antes de acabar el año. Estellés concluyó que el plan de movilidad requiere tiempo y «no hay que improvisar ni dar pasos en falso».
