Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

«La música ha sido un vehículo para poder viajar»

«La música ha sido un vehículo para poder viajar»

Hay tradiciones que no pueden dejarse perder con el paso del tiempo. La Trikitixa es uno de esos instrumentos que suenan sin que muchos nos demos cuenta de ello. Pero este pequeño acordeón lleva desde el siglo XIX dando la nota en el País Vasco. Quizás por eso, artistas de reconocido prestigio como Kepa Junkera se animan a acercarnos la música de siempre con un enfoque diferente.

Kepa, ¿qué nos vas a ofrecer esta noche en el Gran Teatre?

Voy a homenajear a la música de la Trikitixa. Se trata de un espectáculo muy fresco, porque hago temas inspirados en un sonido autóctono y característico.

¿Cuál es la magia de ese instrumento?

La Trikitixa fue para mí la chispa que surge en algún momento y te embriaga de nuevos sentimientos. Además se asemeja mucho a mi forma de ser, y me viene de familia. Es un contacto directo con mis raíces que me permite mirar el presente y otear el futuro.

Tienes una extensa discografía . ¿Qué es la música para ti?

Soy un músico autodidacta, y mi día a día gira en torno a ella. Me ha permitido expresarme, conocer, imaginar, crear, reunirme y encontrarme con mucha gente que tiene otra visión del mundo. Es todo un privilegio hacer una carrera con la música, aunque sigo con muchas ganas y motivado como si fuera el primer día.

Eres uno de los músicos más internacionales del País Vasco. ¿Qué ves al mirar la vista atrás?

No suelo echar la vista atrás, porque suelo estar preocupado por el futuro, pero cuando lo hago es para coger impulso y para recordarme que se trata de una aventura muy bonita, que repetiría si pudiera. Esta música que te permite mantener unas melodías antiguas pero también abrir nuevos caminos y vías de libertad.

Tu apuesta por la música tradicional te hace diferente. ¿Por qué no te enfocaste a una música más comercial?

Fue como una llamada cuando era pequeño y tuve la suerte de seguir lo que me dictaban mis sentimientos. Veía necesario intentar llegar a la raíz, y decidí aportar algo en eso que me había tocado la fibra. Pero eso no quita que sea amante de cualquier estilo que sea creativo, porque en la Península hay un patrimonio inmenso.

Por aquí te han llegado a llamar el Pep Botifarra del País Vasco, ¿sabes?

Botifarra es una persona majísima, con una trayectoria reconocida. Siempre que existan esas alusiones en plan cariñoso, bienvenidas sean. Estuve con él en Manresa, donde probé su pandereta, y descubrí que tenemos ese nexo de los panderos que nos apasiona. Estoy muy orgulloso de poder estar en Xàtiva para que vean cómo tocamos, de otra manera, esos mismos instrumentos.

Tanto Pep como tú os habéis convertido en referentes...

Yo no he hecho mi carrera para ser un referente. Día a día vas trabajando, y es verdad que alguien puede fijarse en eso que haces, pero es necesario que cada uno siga su camino, aportando aquello que pueda. Está bien motivarse con otras personas, pero todos somos diferentes.

Y más contigo, que has viajado por todo el mundo...

Todo el mundo es mucho decir, pero es cierto que la música ha sido un vehículo perfecto para poder viajar. Me gusta conocer los lugares que visito, y cuando vuelves a casa tras conocer a tanta gente y tantas culturas, tienes una sensación preciosa. Siempre habrá alguien que te escuche por primera vez, y ese conocimiento mutuo es todo un privilegio.

¿Podrán las nuevas generaciones seguir vuestras huellas?

Soy de los que creen que cualquier tiempo que venga va a ser mejor, y que los jóvenes van a saber tirar adelante. La gente joven tiene mucha calidad, y eso se podrá ver esta noche con Sorginak.

¿Le queda a Kepa Junquera cuerda para rato?

Ojalá la cuerda fuera infinita. Me considero una persona vital, que piensa que esto será para siempre. Vivo el presente, con muchos proyectos en la cabeza, y eso es lo que me motiva a seguir.

Compartir el artículo

stats