l positivo resultado obtenido por el Olímpic en La Lloseta ante el colista del grupo, 0-1, con gol conseguido por Luismi Loro ya en los últimos compases del partido, permite un respiro al equipo y a su vez a su entrenador al eximirle de mirar la clasificación tal como apuntó en recientes manifestaciones, decisión fantástica poco frecuente cuando se trata de pelear bajo condiciones dificultosas y tener que flirtear con la posibilidad de descenso.
Para el Olímpic, mantener la categoría esta temporada es de primerísima necesidad dado que para la próxima ya está aprobado que los clubs de Segunda B percibirán 240.000 euros por barba en concepto de derechos televisivos. Este acuerdo permitirá a los equipos de la categoría de bronce desenvolverse con mayor holgura económica, auténtica montaña difícil de escalar en estos tiempos de crisis, sobre todo para los que cuentan, como el Olímpic, con jugadores y presidente profesionales cuyo salario presidencial, anteriormente erróneamente publicado, y que es de 2000 ? mensuales.
Con respecto a deudas, cabe informar que la directiva anterior tuvo que rascarse el bolsillo atendiendo el pago de la cantidad que quedó pendiente de pago y que de no haberse atendido hubiera significado descenso de categoría para el Olímpic. Aclarar este punto es de justicia.
Es fácil adivinar que la temporada actual, pese al esfuerzo de su presidente Alcázar y su trabajo en todos los frentes, se presenta peligrosa, también en el aspecto económico. Este tema comenzará a percibirse en los meses de febrero-marzo que es cuando las arcas comienzan a vaciarse tras haberse atendido el sinfín de pagos que se les presentan a los clubs y que no se pueden posponer para la temporada siguiente.
No quisiéramos ser agoreros, ni pesimistas, ni tampoco optimistas, siempre hemos intentado ser realistas a través de nuestros comentarios, así que procede hacer como los avestruces que cuando se ven perseguidas esconden la cabeza debajo del ala, algo así como dejar de consultar la clasificación al más puro estilo Fernández Romo.
