a firma, la semana pasada, del convenio entre la Conselleria d'Habitatge, Obres Públiques i Vertebració del Territori y distintos municipios de la Comunitat Valenciana, entre los que se encuentra Xàtiva, para abordar actuaciones de rehabilitación y regeneración urbana es una noticia esperanzadora para el centro histórico de Xàtiva. El convenio incluye ayudas públicas a la ciudad destinadas a la rehabilitación de noventa viviendas y a la sustitución y nueva edificación de otras diez, así como a actuaciones en espacios públicos, con una inversión total prevista de 4.428.799 euros. La aportación estatal será de 1.556.000 euros y por parte de la Generalitat de 556.714 euros, mientras que la aportación municipal se estima por encima de los 450.000 euros, con la previsión de destinar una parte importante al centro histórico.
Esta iniciativa puede suponer un punto de inflexión, después de tantos años de imparable deterioro, para la lamentable situación del centro histórico pero hay que gestionarla bien desde el principio, cuidando especialmente la comunicación y la gestión de estas actuaciones. Es importante advertir que una parte del gasto debe ser realizado por los propietarios, lo que supone, en la actual y difícil coyuntura económica, una grave dificultad para que muchos puedan abordar el 40% del coste de estas posibles obras de rehabilitación con sus propios medios en inmuebles del casco antiguo que les han llegado, en muchos casos, por herencia familiar sobrevenida. Se impone entonces desde la administración municipal, la más cercana al ciudadano, una disposición y esfuerzo para valorar cada caso de situaciones de inmuebles cuyos propietarios desearían acceder a las ayudas si tuvieran la posibilidad de orientación para financiar razonablemente su parte de la actuación.
Sería útil que el Ayuntamiento tomara la iniciativa, creando una oficina, —que puede ser el embrión de esa prometida futura oficina de atención personalizada al centro histórico de Xàtiva— con un equipo de técnicos adecuado, puesto al servicio de los vecinos, para informar, asesorar y buscar las mejores fórmulas y posibilidades de llevar a cabo las rehabilitaciones. El objetivo sería completar la concesión del mayor número posible de ayudas porque ello significaría actuar en muchos inmuebles y la salud del enfermo terminal en que se ha dejado que se convierta el valioso conjunto histórico de Xàtiva comenzaría a mejorar. Los expertos no dejan de señalar que la rehabilitación es el futuro del sector de la construcción en España en los próximos años. Los distintos grupos de trabajo creados coinciden en proponer, tras la debacle del brutal estallido de la burbuja inmobiliaria, un cambio de modelo en el sector de la edificación basado en objetivos de consecución de retos ambientales, bastante lejos de la dinámica tradicional de la construcción de edificios de obra nueva, y centrado en estrategias que priman mantenimiento de la habitabilidad y el derecho a la vivienda con pleno respeto al medioambiente, el ámbito social, la personalidad histórica y cultural y una economía justa y sostenible creadora de empleo. Ahí es donde, de nuevo, tiene su oportunidad el centro histórico de Xàtiva.
Sin regatear esfuerzos. No regateemos pues, desde las administraciones públicas y desde la sociedad local, ningún esfuerzo para cambiar, entre todos, por un futuro esperanzador, el panorama desolador que se cernía sobre el corazón histórico de la ciudad. Estas actuaciones pueden contribuir, si se saben gestionar y aprovechar experta e inteligentemente, al comienzo de la recuperación, sin dejar de seguir buscando desde ya las siguientes oportunidades, iniciativas y ayudas, siempre con la convicción de que Xàtiva serà junt al seu cor històric?o no serà.
