La final de hoy será su gran oportunidad para sumar su primer gran título. Moltó cuenta en su palmarés con el Trofeu d'Hivern de 2014, el subcampeonato del I Máster de Raspall en 2013 y el subcampeonato de la Lliga Professional de 2012. Además, también ha conseguido varios títulos en categorías inferiores al ser campeón del Circuit sub-23 en 2011 y subcampeón en 2012, campeón del Individual sub-23 en 2010 y 2011 y subcampeón del Individual sub-18 en 2009.
Esta tarde verá usted cumplido uno de sus sueños de infancia como dijo en la presentación de la final, pero... ¿cómo empezó todo?
Creo que tenía yo 9 años cuando mi tio Ramón Faus me compró una pelota de badana, que por cierto cuando la golpeaba me hacía daño en la mano, y ambos jugábamos en la calle donde él tiene el bar y después en el frontón. Posteriormente me apunté a la Escola de Pilota de Genovés y más tarde a la de Alcàntera-Càrcer. Jugábamos los Jocs Esportius Escolars y fui campeón por equipos en infantiles y cadetes junto a Ramón y Joan, pero ellos lo dejaron. Sanchis de Montesa también venía en aquella época. Al principio, yo era el peor de todos.
¿Y después de la escuela?
Jugaba partidas de aficionados en la Llosa y Villanueva hasta que un día Javi, del Trinquet de Batiste, me dijo que iba a jugar en Bellreguard. Tenía 15 años.
¿Cual fue su primera partida anunciada?
Fue en Bellreguard cuando aún abría los viernes porque todavía no estaba Piles y jugué la segunda. Recuerdo que formé pareja con Salva de Simat contra Dani de Castelló y Álex de l'Olleria y ganamos 25-0. Me quedé alucinado.
Siga siga...
A partir de ese día empecé a jugar en Bellreguard, me dieron también partidas en Oliva y así comencé a rodar, jugando las primeras partidas. Balduino fue otro de los que me dio oportunidades e impulsó mi carrera. Después paré de jugar porque no iba bien en los estudios, me puse a trabajar y regresé a la pilota.
¿No tiene estudios?
Ahora sí. Primero me saqué el graduado, después he completado el Bachiller y me estoy preparando para presentarme a oposiciones de bombero con la idea de tener algún trabajo cuando deje el deporte profesional.
Se supone que hay algún punto de inflexión en su carrera...
Pues sí. Tenía 18 años y tras ganar el campeonato individual sub-23 mi madre me plantea la posibilidad de dedicarme profesionalmente a jugar a pilota. Me busqué un entrenador, empecé a curtirme y el resultado fue que quedé subcampeón de la Lliga.
De sus palabras se desprende que la pilota le da para vivir...
Sí, vivo de la pilota. Tengo un contrato profesional y cotizo a la seguridad social. No me puedo quejar.
Han dicho de usted que no es ganador, ¿qué opina?
Que he cambiado. Ahora confío en mis posibilidades, soy consciente de mi potencial y estoy convencido de que puedo a ganar a todos y todo.
Hablemos de la final, ¿puede acusar la falta de experiencia?
No lo creo.
¿Le apoyarán sus vecinos?
Totalmente. Me dan ánimo todos los días y van a ir muchos a la partida.
¿Se conforma con estar o quiere ganar?
Las finales son para ganarlas. Si no lo creyera no me presentaría.
¿Cómo será su día antes de la final?
Saldré a correr suave, comeré bien y estaré con mi madre, mi pareja y mis amigos.
