Esta semana ha llegado, nada menos, que la 31 Mostra Internacional de Titelles de la Vall d'Albaida (MIT), pero es que el pasado domingo finalizaba la XIV Mostra de Cinema d'Ontinyent. Y al mismo tiempo y en la misma ciudad tenía su cita el IV Festival Raspalloc, sobre músicas de vanguardia y escenas alternativas, mientras que Ad Libitum abría el pasado viernes el XIV Certamen de Guitarra Luys Milà. Pero es que el anterior fin de semana se clausuraba en Montaverner, pese a una gobernanza municipal surrealista, la séptima edición del festival MON·DOC, dedicado al cine documental. Y para este fin de semana la XVI Fira Gastronòmica de la Vall d'Albaida en Ontinyent.
La enumeración es casi de vértigo, y evidencia que aquí el personal nada a contracorriente de la otoñal caída de hojas, al apostar decididamente por las artes escénicas, la música, el cine o el comercio y la gastronomía de productos autóctonos, como bien común generador de riqueza, en su más amplia acepción, para las personas. Para arrojar un poco más de luz sobre la pila de eventos valldalbaidins, conviene detenerse y hacer asomar algunos rasgos definitorios de cada titular reseñado. Así, empezando la Mostra de Titelles, que ya ralla a gran altura, equiparable a la de sus impulsores, el veterano grupo de los hermanos albaidins Policarpo, es decir Bambalina, que este año regresan a su dirección después de haberle pasado durante los últimos años el relevo a otro albaidi escénico, Vicent Vila. Además, que la Generalitat Valenciana y, sobre todo, la Diputación de Valencia, se vuelquen en una de las joyas de la corona cultural de la Mancomunitat hace presagiar nuevos tiempos, inyectándole aire a una administración más cercana, como es la comarcal. Asimismo, para esta edición, la MIT cuenta con la colaboración de la Universitat de València, a través del campus de Ontinyent, a la hora de celebrar actividades paralelas.
La XIV Mostra de Cinema d'Ontinyent estuvo este año dedicada a los musicales de Broadway llevados al cine. Su presentación, con los Limbotheque ejerciendo de maestros de la ceremonia, constituyó un buen camino a seguir.
El Festival MON·DOC de Montaverner, a poco que se limen algunas asperezas, está llamado a tener nicho cultural propio. La asistencia de público a todas las sesiones, un 70% superior a la de 2014, así lo hace presagiar. Por su parte, el IV Festival Raspalloc, celebrado y organizado por el Espai Cultural el Filaner ontinyentí, apostó nuevamente por las acciones performáticas y de música experimental. Un dia antes, en el Centre Cultural Caixa Ontinyent, tenía lugar el primero de los tres conciertos del XIV Certamen de guitarra Luys Milà.
Como guinda para el paladar citar, por una parte, la VIII Feria Comercial y Gastronómica en La Pobla del Duc, celebrada hace un mes. Por otra, la X Fira de Comerç de Bocairent, un revoltijo sembrado de dudas donde se apiñaban productos típicos con bailes y el desfile de moros y cristianos. Y finalmente, y de mayor alcance, la XVI Fira Gastronòmica de la Vall de este fin de semana en Ontinyent. Su ubicación el mercado municipal, la oferta: gastronomía y productos de la Vall. Detrás de la cita, la Mancomunitat de Municipis.
Hacer un balance inequívocamente positivo de tan copiosa lluvia cultural y a la par económica, deviene arduo y, probablemente, imposible, lo que no impide sentenciar que la cosa genera saó.
