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Xàtiva diseña un carril bici de diez kilómetros del Simarro a la EOI y una red de aparcamientos

El proyecto, presupuestado en 35.000 euros, señalizará y limitará la velocidad en el trazado urbano para compaginar desplazamientos ciclistas y en coche y enlazará con la futura vía verde a Pobla Llarga

Xàtiva diseña un carril bici de diez kilómetros del Simarro a la EOI y una red de aparcamientos

Un carril bici urbano de 10 kilómetros de longitud que parte junto al IES Lluís Simarro y se extiende hasta la Escuela Oficial de Idiomas (EOI), con ramificaciones que desembocan en la carretera de Alzira —a la altura de Novaedat— o la Universidad Católica. El Ayuntamiento de Xàtiva pretende ofrecer a los ciclistas una vía segura de circulación que permita cruzar la ciudad de parte a parte a pedales y sin riesgo. Con ese encargo, el arquitecto Enrique Argente ha diseñado un proyecto que acaba de salir a licitación por un importe de 35.000 euros, y que incluye también la creación de una red de aparcamientos de bicicletas en espacios públicos de la ciudad.

Una serie de condicionantes asociados a la configuración de los viales impide habilitar un recorrido en una plataforma independiente que se reserve exclusivamente para el uso ciclista. Por eso, el documento aboga por un trazado que alterna tramos sobre la acera con otros sobre la calzada y que compatibiliza los desplazamientos en bici y en coche. Eso sí, en el carril la velocidad se limitará a 30 kilómetros por hora y los ciclistas tendrán preferencia.

La obra, que básicamente consiste en la señalización horizontal y vertical del itinerario y en la instalación de aparcabicicletas en ocho puntos del núcleo urbano, podría estar culminada en el primer cuatrimestre de 2016. El proyecto, financiado por la diputación, prevé actuaciones en diversos espacios del trazado, que se abre camino por la calle Nou d'Octubre, el paso inferior del puente de la Beata Inés, las avenidas Ausiàs March y Ximen de Tovia, el Passeig del Ferrocarril, la Avinguda de Barxeta —por los alrededores de la antigua estación de tren y la EOI—, el camí de la fábrica de paper —por el puente que cruza hasta el colegio Claret— o la Ronda Sèquia de la Vila —donde se ubica Decathlon—. La mayor parte del recorrido discurre por el núcleo urbano, pero también abarca 3,5 kilómetros en polígonos.

A pesar de los condicionantes económicos y físicos, el arquitecto redactor del proyecto se ha inspirado en el modelo de movilidad desplegado por otras ciudades europeas como París, Madrid o Barcelona y ha pensado en un perfil de ciclistas adultos y deportistas como usuarios potenciales de un trayecto por el que muchos setabenses suspiran desde hace tiempo. La intención del consistorio es impulsar un itinerario de transporte saludable y cómodo por la ciudad que, a medio plazo, enlace con la vía verde que se está gestando por la antigua línea férrea que atravesaba Xàtiva, Manuel y la Pobla Llarga y con el tramo ciclista del Camí de Sant Antoni, uno de los pocos actualmente operativos.

Para visibilizar de forma segura el trazado, la actuación plantea una marca viaria cada 100 metros en las áreas urbanas y una cada 150 en áreas periurbanas, lo que conlleva al menos 90 marcas viales, consistentes en dibujos de bicicletas sobre el carril, flechas direccionales e indicadores que recordarán la limitación velocidad a 30 km/h. El proyecto indica que a causa «de la escasez de recursos económicos» destinados a la obra, se ha limitado al máximo la señalización vertical, de modo que se instalarán a lo largo del recorrido únicamente diez señales dobles en las áreas más significativas —viales de doble sentido y mayor tránsito— y 4 señales sencillas.

Aparcamientos en zonas públicas

Los aparcamientos se plantean en todos los espacios públicos por los que transcurre el recorrido: las pistas deportivas del Nou d'Octubre, Ausiàs March y el Paquito Coloma, además del pabellón de Voleibol, la zona del Claret y la UCV, el retén de la Policía Local y el interior de la estación de autobuses. El arquitecto redactor recomienda habilitar otros puntos en edificios ajenos al trayecto como el ayuntamiento, la biblioteca, el cementerio, el IES Simarro, la Casa Artigues, o el Espanyoleto. El documento también aconseja desarrollar campañas de promoción del uso de la bicicleta y un proceso de participación para que los usuarios mejoren el trazado.

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