El Juzgado de lo Mercantil número 3 de Valencia ha declarado la extinción de la Cooperativa Agrícola de Barxeta Coop V., después de emitir el auto firme que pone fin al concurso de acreedores presentado en 2012 por la mercantil, de manera voluntaria. El juez archiva las actuaciones del concurso al no existir ni bienes ni derechos de la cooperativa para hacer frente al mismo, ni tampoco terceros responsables con los que satisfacer a los acreedores, señala la resolución.
La disolución de la cooperativa es el último paso de una situación arrastrada desde hace años por la mercantil. Antes de presentar el concurso de acreedores en 2012, la cooperativa ya no contaba con instalaciones propias y los socios operaban con otras cooperativas del mismo grupo (Anecoop), como la de Bèlgida. La cooperativa de la localidad de la Costera ya dio muestras del declive al que se abocaba cuando en 2009 tuvo que alquilar el almacén en el que trabajaba para hacer frente a los costes de la producción. Alquiló las instalaciones a una empresa privada, que se subrogó a los trabajadores de la cooperativa, pero la actuación no permitió el remonte de la mercantil y las instalaciones acabaron siendo embargadas por el banco, según ha podido saber este diario. La mercantil llegó a plantear a los socios una ampliación de capital, que, al parecer, tampoco prosperó. La cooperativa de Barxeta, en sus mejores tiempos, llegó a crear una tienda-economato y una entidad financiera „una caja de ahorros„, que tampoco salieron adelante.
Otras cooperativas para socios
Con el embargo de las instalaciones, los socios de la cooperativa de Barxeta, mayoritariamente productores de naranja y ciruelo, pasaron a operar con la cooperativa de Bèlgida. Otros optaron por otras cooperativas, como la de Llutxent, o por empresas privadas, como una mercantil de Castelló de Rugat, con la que han llegado a acuerdos puntuales algunos de los que fueron socios de la cooperativa de Barxeta, productores de ciruelo, según han explicado fuentes del municipio.
La resolución del juzgado señala que la cooperativa agrícola de Barxeta es la responsable del pago de los créditos restantes y que los acreedores podrán iniciar ejecuciones singulares, mientras no se acuerde la reapertura del concurso o se declare uno nuevo. El juzgado también resuelve el cese del administrador concursal, quedando revocadas las autorizaciones concedidas en el proceso concursal. La cooperativa, después de la extinción, ha sido dada de baja del registro mercantil tras el auto judicial, que es firme y contra el que no cabe ya ningún recurso.
