ecuerdo vagamente alguna conversación o declaración en prensa, cuando se estaban elaborando los programas electorales municipales de algunos partidos en materia cultural, sobre la idea de dedicar cada uno de los cuatro años de una legislatura a homenajear algún personaje histórico de Xàtiva, o dar proyección, con distintas actividades, a alguno de los muchos referentes, espacios, tradiciones e hitos culturales que ha atesorado la ciudad a lo largo de sus siglos de protagonismo histórico.
Este año nuevo que comienza sería un buen año para dedicarlo al centro histórico de Xàtiva. A lo largo de estos próximos doce meses buena parte de la actividad podría tener como uno de sus principales ejes temáticos la difusión de los valores del conjunto histórico-artístico, su promoción económica, cultural, social y turística, y la apertura de un gran proceso participativo —por ejemplo una Mesa del Centro Histórico de Xàtiva— implicando a toda la ciudad en un gran consenso junto a los agentes interesados de este espacio, para sentar la bases de una recuperación, rehabilitación y dinamización firme de nuestro corazón histórico. El casco antiguo se ha visto sumido en un estado de abandono con importantes problemas de seguridad y marginalidad y una población residente que ha ido menguando de manera alarmante. Este Año del Centro Histórico de Xàtiva podría servir de pistoletazo de salida para iniciar un proceso de rehabilitación y revitalización, para diseñar con expertos y financiación un efectivo programa de ayudas a viviendas y espacios públicos, a la vez que se pueden definir, para su aplicación en los próximos años, programas de inserción social y económica, diseño de actuaciones de peatonalización de plazas y calles, habilitación de aparcamientos respetuosos y accesibles o proyectos de mejora de las canalizaciones y servicios básicos de agua, electricidad, saneamiento o zonas ajardinadas, entre otros.
El conjunto histórico-artístico de Xàtiva viene de una larga travesía en el desierto en la que se ha acrecentado de manera muy peligrosa su degradación y no es fácil revertir esta dinámica desde unos presupuestos municipales, escasos e intervenidos por la Hacienda estatal, y luchando contra una inercia acomodada, una mentalidad desarrollista y especuladora desfasada y una "cortedad de miras" que se ha ido apoderando del pensamiento de la mayoría de la población en todos sus segmentos sociales, profesionales y funcionariales con respecto a lo que no dudan en llamar la part vella de la ciutat.
En las últimas elecciones municipales, el 70% de los votos en Xàtiva fueron para partidos que se habían adherido con su firma a un Manifiesto para la recuperación del centro histórico impulsado desde la sociedad civil por Iniciativa Cívica pel Centre Històric de Xàtiva. La filosofía de aquel manifiesto, casi un año después de su firma sigue vigente, sus propuestas siguen siendo necesarias y ya urge, cuanto menos, comenzar a definir planteamientos adecuados y propuestas sobre el calendario para llevarlas a cabo.
El Plan Especial para la protección del conjunto histórico-artístico, un modelo de tráfico respetuoso con el peatón y residente, coordinación y ampliación de la oferta turística, programas de rehabilitación de viviendas, espacios públicos emblemáticos y de actuación social o la ampliación de servicios de atención al ciudadano son temas sobre los que se podría hablar, exponer, debatir, plantear, proponer y comenzar a actuar en este año del centro histórico de Xàtiva, que debería también ver culminar con el éxito de su aprobación por el Estado el inicio de la buena iniciativa de la estrategia DUSI de desarrollo urbano sostenible, aplicada al centro histórico en los próximos años y financiada con fondos europeos.
Sea o no oficialmente 2016 Año del Centro Histórico de Xàtiva, Feliz Año a todos los lectores y a todas la personas que con buena voluntad y criterio esperan, creen y sueñan con volver a escuchar latir fuerte el potente corazón histórico de nuestra ciudad.
