Con la dimisión de Joan Gilabert al frente de Compromís per Ontinyent y la renuncia de la coalición a aceptar la delegación de relaciones institucionales, este nuevo órgano queda en el aire. La delegación, cuyo objetivo era que el PSPV y Compromís en Ontinyent hicieran un seguimiento de las inversiones que la Generalitat y la Diputació de València —en las que gobiernan ambos partidos en coalición— realicen en la ciudad, pierde sentido sin Compromís. Gilabert expuso anteayer que la coalición valencianista no aceptaba «ser palmeros» de los socialistas, después de denunciar que la delegación propuesta desde Compromís «es un acuerdo de cooperación entre iguales y el PSPV va a la suya». Desde la alcaldía de Ontinyent respondieron ayer que la delegación queda paralizada hasta que Compromís «aclare su situación y comunique cuáles son los nuevos interlocutores. Será entonces cuando se plantee si es necesario o no mantener la delegación». Fuentes de alcaldía añadieron que la delegación se hizo para un grupo municipal liderado por Gilabert y que «ha sido Compromís la que unilateralmente rechaza la delegación, que aceptaron y cuyo portavoz presentó con el alcalde». R. T. Ontinyent
