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Botifarra cuelga la soldadora

El Ayuntamiento de Xàtiva recoloca al «cantaor» en un cometido cultural y lo releva de la brigada

Botifarra cuelga la soldadora

Botifarra dejará en breve de encaminarse a las siete de la mañana hacia el almacén de la brigada municipal donde trabaja. Ni tampoco se le verá rodeado del chisporroteo de la máquina soldadora con el escudo protector en la cara, sellando el poste de una señal de tráfico, una farola o una barandilla. Porque el cantaor de Xàtiva acaba de ser reubicado en otra categoría profesional dentro del consistorio: a partir de ahora estará adscrito a Memoria de Xàtiva, una delegación que dirige el concejal Alfred Boluda. El cambio aleja a Pep Gimeno de su oficio de herrero-soldador —en el que lleva más de 30 años— y le llevará a realizar una labor didáctica en los colegios, quizá a enseñar a cantar incluso. Pero, sobre todo, será el técnico de este departamento, según precisó ayer Boluda.

Según el concejal, la idea es que la ponencia desarrolle aspectos relacionados con la memoria de la ciudad: su cultural oral, sus tradiciones... «Y pensamos que nadie mejor que Botifarra para eso, aunque el es muy modesto y tenía sus reticencias», añade. En todo caso, el hecho de estar adscrito a esta nueva función podría permitir, asimismo, que también hiciera labores de ayuda al personal del Gran Teatre o de la Casa de la Cultura. Algo que, en realidad, ya hacía. Pero ahora con el fuste de que sea una actividad de carácter más creativo y no como peón de la brigada. El también concejal de Gran Teatre ha explico a este respecto que el nuevo cometido de Botifarra «a veces no tendrá la continuidad de un horario fijo, de ahí que también podrá trabajar en otros frentes».

Dentro de la futura labor del cantaor Boluda adelantó que tendrá que ver mucho con la enseñanza: acudirá a los colegios, a los institutos... E instruirá a los escolares en el cant d'estil, en la música popular. Otras funciones de su nuevo cometido no han sido dadas a conocer todavía, pero es de prever que pueda realizar eso mismo en otros ámbitos como las asociaciones o los colectivos de la ciudad. El edil lo resume de un modo: «si en el Genovés a los niños más pequeños se les enseña ya a jugar a la pilota, ¿aquí por qué no enseñarles a cantar y que lo haga Botifarra?», propone. El concejal añade que otra función de Botifarra como técnico de Memoria de Xàtiva tendrá que ver con la agricultura, otra de las pasiones de Pep. De ahí que su labor también contempla un proyecto de recuperación de aperos de labranza y objetos de esta actividad.

Pep Gimeno, Botifarra, eclosionó como fenómeno musical en 2006 pese a que cantaba ya desde principios de los 80. Con varios discos a sus espaldas en menos de diez años (Si em pose a cantar cançons, Ja ve Nadal...) y un número de conciertos y compromisos artísticos creciente, ha contribuido a que en el ámbito de la canción en valenciano el nombre de Xàtiva (muy prestigiado ya por Raimon) crezca en consideración.

Un artista en la brigada

Fuera de Xàtiva llamaba siempre la atención el hecho de que Botifarra no se dedicase por entero a la música. Y solía causar sorpresa hace unos años conocer su profesión de peón de la brigada municipal. Con el tiempo, una gran mayoría ya sabe perfectamente que pese al abrumador volumen de compromisos artísticos, Botifarra ha seguido trabajando todos estos años para el ayuntamiento. Eso sí, en un momento de acumulación de recitales (en 2011) no tuvo más remedio —tal como publicó Levante-EMV— que pedir una excedencia de unos meses y atender todas esas contrataciones. Y es que, en ocasiones, Botifarra tiene actuaciones entre semana a altas horas de la noche que ha de compatibilizar con el madrugón del día siguiente para acudir a su puesto de trabajo.

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