El Olímpic no juega este domingo. Para algunos sumará tres puntos pues ganará por decreto 0-1 al Huracán Valencia; para otros no sumará esta jornada y los demás podrán hacerlo. Se mire como se mire lo bien cierto es que seguimos en una situación delicada, muy delicada.
El presidente de la entidad, Kike Alcázar, ha asegurado que nos encontramos en la posición que nos corresponde a nuestra condición de equipo modesto y a nuestro presupuesto y está seguro de que se conseguirá la permanencia. Es una forma de verlo, y tiene razón, pero también la tienen los que ven que el equipo tiene un rendimiento más bajo del que corresponde a su plantilla, plantilla que no se ha administrado tal vez convenientemente; que haber ganado un único partido en la Murta es algo más que algo «excepcional», que haber perdido los últimos cuatro encuentros es más que «mala suerte».
Al menos se ha cerrado ya el mercado de invierno y por lo tanto los que están son los que estarán hasta final de temporada. Sobre si hemos ganado o perdido en este mercado, parece ser que sí, pero eso solo el tiempo lo dirá. Los que se han ido, es cierto, para el entrenador han contado poco o nada, pero los que han llegado tienen que demostrar aún que son mejores que los que se han ido. Se ha vuelto a hacer una apuesta. Lo de la cesión, me gusta. Al menos la próxima temporada no partiremos de cero.
El presidente ha pedido «unidad», apoyo y no críticas. Estoy con él. De nada sirve aumentar la tensión o la presión sobre los jugadores, que son los que nos tienen que dar la permanencia. Aunque de acuerdo en la unidad también se le deberá pedir, no obstante, que tome decisiones, con el riesgo que ello conlleva. Lo de «a la jornada que viene se ganará» empieza a no ser opción porque cada vez quedan menos partidos.
