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Crecen las voces críticas con las bases para cubrir el puesto de gerente del COR

Fuentes del sector medioambiental coinciden con los alcaldes díscolos al cuestionar las titulaciones exigidas y el límite de edad fijado en la convocatoria

Crecen las voces críticas con las bases para cubrir el puesto de gerente del COR

La convocatoria oficial del procedimiento de selección iniciado por el Consorcio de Residuos (COR) para cubrir el puesto de gerente mediante el sistema de concurso de méritos ha hecho que crezcan las voces críticas con las bases de contratación. Fuentes del sector medioambiental han trasladado su «extrañeza» a este diario respecto a la fórmula escogida por los técnicos de la entidad a la hora de definir las condiciones de admisión de aspirantes.

Para poder participar en las pruebas de selección, los solicitantes deben reunir diversos requisitos, entre ellos tener menos de 60 años de edad o, en todo caso, «cinco menos de los establecidos para la jubilación forzosa». Los profesionales consultados no entienden una exigencia que no es habitual en este tipo de contratos laborales de alta dirección promovidos por organismos públicos. Fuentes jurídicas ven la limitación de edad como una cuestión que podría motivar que el proceso fuera declarado 'abusivo' en caso de impugnación.

Otro de los requisitos de admisión de candidaturas que ha despertado malestar determina que al puesto de gerente solo pueden optar licenciados o graduados en Ciencias Ambientales, Economía, Administración y Dirección de Empresas, Derecho, Ciencias Políticas o Ingeniería Superior Industrial. Por estar en posesión de cada una de estas carreras universitarias, además, el aspirante obtiene 12 puntos en la valoración de méritos. Este asunto ya fue objeto de discusión en la asamblea del COR del pasado 7 de enero, que dio luz verde a las bases del proceso de selección con el voto favorable de la mayoría de los alcaldes y de los delegados del Consell y la diputación.

En cambio, los representantes de Xeresa, Llocnou, Potríes, Xeraco, Miramar, Bellreguard, Palmera, Barxeta y Guardamar rechazaron la medida y los de la La Granja de la Costera y Canals se abstuvieron en la votación. El alcalde de Xeresa, Tomàs Ferrandis (Compromís), abanderó la corriente díscola con un procedimiento que tacha de «precipitado», un «error» a su juicio en un momento en el que la conselleria «no ha decidido nada» sobre cuántas plantas de basura deberá gestionar el organismo con sede en Xàtiva, que abarca cinco comarcas. «Si el objeto de gestión no está claro, ¿cómo puede estarlo la plaza?». Ferrandis considera una «contradicción» que el concurso de méritos prime titulaciones como Ciencias Políticas cuando lo que está buscando el COR es un perfil técnico. En cambio, otras carreras como Ingeniería Agrónoma —la cursada por la actual consellera de Medio Ambiente, Elena Cebrián—, Biología o Químicas, más vinculadas al ámbito de la gestión de residuos, quedan excluidas del pliego, cuya redacción el alcalde de la Safor no ve «legalmente claro». Ferrandis subraya además que el ente funciona con un presupuesto prorrogado y que la plaza «no está dotada».

En los círculos internos de PSPV y Compromís, partidos que copan la presidencia y la vicepresidencia del COR, las formas del proceso no han terminado de gustar. Muchos dirigentes censuraron la falta de información previa a la asamblea. De hecho, algunos se enteraron de que la entidad iba a contratar a un gerente minutos antes de que se reuniera el órgano decisorio. Alcaldes socialistas que votaron a favor pidieron con posterioridad explicaciones al partido por una decisión que no había sido consultada ni debatida con anterioridad.

15 días para recoger candidaturas

La convocatoria del puesto se publicó oficialmente el 27 de enero y el plazo para presentar candidaturas expira la semana próxima. Las bases justifican la necesidad de crear la plaza de gerente en el COR —por un periodo de 4 años prorrogable y un sueldo de 44.000 euros brutos anuales— «con carácter prioritario e inaplazable» ante la «urgente necesidad de profesionalizar la dirección» de un organismo que, 10 años después de su creación, «presenta evidentes y trascendentales carencias en materia de cohesión del territorio, transparencia y, sobre todo, superación de obstáculos para la construcción y puesta en valor de las instalaciones de tratamiento y eliminación previstas en el plan de gestión», que arrastran un retraso considerable.

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