Se ha confirmado el cambio. Les escribí la pasada semana sobre los nuevos aires que corrían por La Murta tras la llegada de Raúl Garrido. Esos nuevos aires se convirtieron en unos cambios evidentes en el once, en el planteamiento y en el juego del Olímpic en el partido del pasado domingo. Se resume todo con el aplauso de los presentes a la conclusión del partido dirigido a los jugadores pese a no haber conseguido la necesaria segunda victoria en la Murta de la temporada.
Así que ha cambiado el estado de ánimo de los aficionados, y creo que también del grupo, incluyendo a los directivos que parecen ahora más tranquilos y relajados. Cierto es que Garrido acaba de empezar su andadura, y, por lo tanto, habrá que jugar más partidos para valorar su aportación. El Olímpic de Fernández Romo también fue despedido en alguna ocasión con aplausos. Dicen los que entienden que hasta el quinto partido de un entrenador no se puede ver su huella, así que tocará tener paciencia. Soy, sin embargo, optimista.
El cambio ha dejado atrás algunos damnificados, como Diego Jiménez, Dani Gómez o Nando Ramón. Este último ha lamentado lo poco que contó para Romo, la falta de oportunidades. Cedido al Ontinyent, donde debutó el domingo, sigue con el corazón en Xàtiva.
Garrido y el grupo trabajan para mejorar, así lo ha reconocido el entrenador, la defensa del balón parado. Ellos y nosotros también tenemos que asumir que no podremos contar con Pepín, por su lesión, hasta la próxima temporada. Toca animar al central, darle un abrazo y desearle una rápida recuperación.
Ante el Eldense hubo buen ambiente en la Murta, ante el Llosetense tiene que ser todavía mejor pues nos jugamos mucho, ya lo saben. Nos vemos el domingo.
