Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los vértigos que ya acechan

Menuda semanita la que ha tenido que lidiar el batle de Ontinyent, Jorge Rodríguez, en lo que toca a su doble condición de presidente de la diputación provincial y alcade se refiere. Aunque el asunto, a priori, anda preñado de dudas —en tanto que el titular del jueves, en Levante-EMV, que decía «La OCU imputa a tres vicepresidentes de la actual diputación de izquierdas» suscita mucha inverosimilitud— también ha sorprendido la información que atañe al ex alcalde de Otos, Emili Mira, actualmente en Compromís, tras saltar, a través del tiempo, entre varias formaciones de izquierda. La llamada judicial a Mira obedecería al caso Imelsa, y concretamente a su «relación laboral con la empresa Inelcom de Xàtiva, dedicada a las bombillas de led», se ha escrito.

Además, y en días previos, Rodríguez ya tuvo ocasión e comprobar en carne propia los peajes del poder ya que en su condición de presidente provincial también tenía que capear otro miura. Ya fuera moviendo piezas clave en la investigada Imelsa o en la jefatura de su gabinete, colocando a su hombre de confianza, el xativí Ricard Gallego. Por lo que a partir de ahora Rodríguez, si quiere permanecer fiel contra la arbitrariedad, también deberá andar ojo avizor con su brazo derecho, ya que desde Xàtiva empiezan a lanzarle perversos cánticos de sirena como ha sido considerarlo «uno de los nuestros» según escribía, en negro sobre papel blanco, una veterana voz socarrada parapetada tras el velo del anonimato en el diario decano. Para ello no duda en esgrimir artes casposas al reputar a Gallego de ser apto para cometer arbitrariedades, como si los tiempos del antecesor, Alfonso Rus, hubiesen sido inmaculados, ejemplares y sin ninguna mancha ética si més no. Al tiempo que no duda —el no firmante— en ningunear los méritos en las urnas de Rodríguez, reprochando además a Gallego su pasado para que sea engrase con los xativins, mentando su pasado —como en Casablanca— de cuando forjó con Rodríguez lo que «puede ser el inicio de una gran amistad»: o sea, los encuentros que les atribuye la anónima voz en un centro comercial de la capital de la costera cuando R. G. ejercía de periodista y J. Rodríguez de jefe de la oposición al PP.

Aunque bien mirado, los encuentros entre periodistas y cargos que giran en la órbita de la política no son nada nuevo bajo el sol. Sin ir más lejos, en una céntrica plaza ontinyentina, por los mismo años que los reseñados antes, se daban cita el ahora imputado, investigado o como lo quiera llamar el PP, el entonces director de Canal 9, Pedrito García, y un popular periodista ontinyentí, se diría que de los de plantilla del PP, de los que nunca vieron la viga de la corrupción en el ojo del PP valenciano y sí la paja en los ojos de los tripartitos de izquierdas. Y todo acontecía mientras tomaban su cervecita sabatina.

Un aniversario esperanzador. Con ocasión de que una asociación empresarial comarcal, la valldalbaidina Coeval, celebra su 20 aniversario con un balance y unas perspectivas esperanzadoras —caso del aumento de empresas asociadas— es de justicia congratularse. Máxime cuando las 376 firmas que había inscritas al cierre de 2015 han forjado el reconocido liderazgo en el sector de las patronales valencianas del que goza la que preside Rafael Pla.

Compartir el artículo

stats