La dirección general de Medio Natural y Evaluación Ambiental se ha comprometido a revisar en profundidad el plan de explotación integral de la biomasa en los montes de utilidad pública de Enguera que el anterior gobierno autonómico adjudicó en 2014 a una UTE de empresas. El máximo responsable de este departamento, Antoni Marzo, dejó ayer claro a Levante-EMV que el proyecto «no gusta» a los actuales gestores autonómicos, pero recalcó que se trata de «una herencia del anterior equipo directivo» que su área se encontró «ya aprobado y en marcha».
Colectivos ecologistas y vecinos han dado la voz de alarma por el impacto ambiental que está generando la tala masiva de árboles en el vasto territorio forestal de Enguera. El lunes, AE-Agró y Bosc Viu exigieron el cese de los trabajos por considerar que están siendo «abusivos» y no están respetando el pliego de condiciones del contrato, que autoriza la extracción de 8.000 toneladas anuales de madera durante 15 años en una superficie de unas 13.000 hectáreas. Estas asociaciones denuncian la tala de árboles sanos y daños en especies valiosas, a tiempo que sostienen que no se están ejecutando labores de repoblación ni se está respetando la extracción preferente de árboles torcidos o debilitados.
El director general de Medio Natural coincide en señalar que el plan aprobado en 2014 es «excesivo e inadecuado para las montañas mediterráneas» porque «solo está enfocado a la explotación de la biomasa e hipoteca la gestión de los montes de utilidad pública durante 20 años». En cambio, según Marzo, «no tiene en cuenta la ordenación de la sierra desde una perspectiva multifuncional» e incumple varios parámetros de la Ley Forestal porque, a su juicio, «no respeta el carácter protector de los recursos naturales ni su valor social». Por encima de todos, el alto cargo ve «definitivo» otro «punto débil» del proyecto, que responde al hecho de que gran parte de las astillas extraídas en Enguera están siendo exportadas a Italia por la concesionaria. Marzo, titulado en Ciencias Biológicas, observa que, según la normativa, los proyectos de aprovechamiento de biomasa han de estar encaminados a las economías locales para reducir la dependencia de los combustibles fósiles. «Malbaratan unos recursos que podrían aprovecharse aquí», apostilla.
El director general anuncia que los técnicos del departamento analizarán con detalle del pliego de condiciones para comprobar si se están produciendo incumplimientos en el contrato, con el apoyo de los agentes medioambientales. En ese caso, la conselleria podría disponer de argumentos para paralizar los trabajos y apercibir a las empresas.
Colaboración con el consistorio
El Ayuntamiento de Enguera ya pidió hace un mes a la UTE la suspensión de las talas en el paraje de la Umbría, aunque las extracciones han continuado en otras zonas. Tras el cambio político en las instituciones tras las elecciones del 24M, la Conselleria de Medio Ambiente paralizó una adjudicación similar a la que hay vigente en Enguera en tres montañas de Castelló que iban a salir a subasta por un periodo de 10 años. «En aquel caso llegamos a tiempo de pararlo los primeros días de agosto», subraya Marzo. En los montes de la Canal, en cambio, «no podemos borrar de la noche a la mañana un proyecto ya adjudicado», matiza. Para los ecologistas, sin embargo, la administración está siendo demasiado lenta y laxa.
