Después del bou (la falta de tiempo para poder terminar una falla) la principal pesadilla del artista una vez saca sus volúmenes a la calle es el viento y la lluvia. Y ayer, al menos el segundo de estos elementos hizo acto de presencia en la plantà. Sobre las seis de la tarde y tras amenazar con llover casi todo el día, la lluvia descargó con ganas aunque por espacio de un cuarto de hora, más o menos. A algunos artistas como Xavier Herrero „este año con un ristra de fallas que va de parte a parte a parte del ensanche de Xàtiva„ la siempre inoportuna precipitación le pilló con la grúa a pleno rendimiento.
Al cierre de esta edición, la amenaza de lluvia para la noche aún persistía. Pero como la colocación de piezas grandes no se puede retrasar, lo único que quizá ralenticen algunas comisiones es la colocación de carteles y la plantà de los ninots. Pese a todo, ayer ya estaba prácticamente en pie un cadafal de los de sección especial: Ferroviària (Herrero). Pero las piezas de Espanyoleto (Pere Baenas) seguían envueltas en plásticos. En otras demarcaciones „pero no por la lluvia„ aún no habría ni rastro de falla. La lluvia ha roto el ritmo de la plantà, por lo que esta noche será de una especial intensidad.
