La decisión del Consorcio de Residuos (COR) de solicitar a la Generalitat que suspenda la tramitación de los permisos de la planta de Llanera no solo levanta suspicacias en los alcaldes, sino también entre el sector de la gestión de la basura. Fuentes consultadas por este diario sostienen que el cambio de ubicación de las instalaciones previstas en el Plan Zonal no tiene cabida con el actual proyecto vigente de gestión vigente en la Costera, la Canal, la Vall d'Albaida y la Safor sin una modificación de la actual Ley de Residuos. La normativa autonómica no precisa la localización en la que deben construirse las plantas, sino que propone zonas idóneas y deja en manos de la iniciativa privada la adquisición de los terrenos y el desarrollo de los proyectos. Mientras no se cambie el marco legal, añaden estas fuentes, el anuncio tiene dudoso recorrido. El director general de Calidad Ambiental, Joan Piquer, aseguró ayer durante la asamblea que la conselleria prevé una reforma de la normativa para adecuarla al nuevo marco estatal, aunque el proceso conlleva un largo recorrido lleno de trámites.

Antes de emprender una nuevo hoja de ruta, los responsables del COR deberán sentarse con la adjudicataria del contrato —de 400 millones de euros— para tratar de reconducirlo. Mientras tanto, la gestión de la basura sigue al borde del colapso en la C. de Valenciana. Hasta ahora, la Generalitat no ha sido capaz de apaciguar los conflictos que se extienden por el territorio y la basura, en el caso del Plan Zonal V5, recorre una larga distancia hasta los vertederos de Alicante y Algímia, lo que termina disparando el coste del recibo.

El mapa de instalaciones, a debate

La asamblea de ayer llenó la Casa de la Cultura y atrajo a diversos activistas de la Plataforma contra el vertedero de Llanera. El presidente del COR, Roger Cerdà, anunció un proceso participativo y de consenso para diseñar el nuevo mapa de instalaciones de tratamiento, que podría terminar de diseñarse antes de acabar el año. El debate sobre la ubicación, de momento, se ha aplazado, abierto al diálogo con los ayuntamientos, que podrán proponer emplazamientos alternativos en sus municipios. Cerdà subrayó que la gestión de los residuos debe caminar «hacia un modelo medioambientalmente más sostenible y respetuoso con el entorno», con plantas de tratamiento de dimensiones más reducidas a la prevista en Llanera y ubicaciones estratégicas y consensuadas entre todos. El nuevo esquema de gestión acordado por el COR, la Conselleria y la Diputació de València pasa ahora por la creación de microplantas.