Xàtiva se prepara para acabar con el excesivo estacionamiento en doble fila, una lacra que se acentúa, no solo a hora punta, en las principales calles de la ciudad. El primer teniente de alcalde de la capital de La Costera y concejal de Movilidad, Miquel Lorente, anunció ayer, en una rueda de prensa junto al inspector de la policía local Francisco Barberà, el paquete de medidas que ya se están implementando en Xàtiva, con vistas a mejorar a corto plazo la circulación intraurbana. El paquete consistirá en una primera medida referente al control de sonido de las motocicletas setabenses, además de las dos líneas de acción con las que el ayuntamiento pretende abordar el problema de la doble fila.
Lorente anunció en primer término la reactivación del servicio de grúa municipal, que se hará efectiva tras la firma del contrato pertinente el próximo viernes. Este nuevo convenio, afirmó Lorente, ofrecerá 1.800 horas de trabajo anual. Asimismo, en días especialmente sensibles la ciudad contará con el servicio de una segunda grúa, con el objetivo de optimizar el servicio.
El nuevo contrato, aseveró Lorente, sufrirá una serie de cambios con respecto al firmado por el anterior gobierno de la localidad. El concejal quiso destacar el referente a la remuneración del servicio de grúas, que pasará de llevarse el 82 % del total recaudado por las multas a recibir un sueldo fijo e independiente del número de vehículos multados. En total, supondrá para las arcas municipales un desembolso anual de 60.000 euros. El regidor anunció, además, la inmediata colocación de una serie de carteles en las vías conflictivas de Xàtiva —la calle Reina, Beata Inés o Ausiàs March, entre otras— en los que se avisa de la cuantía de la multa por la infracción. Según afirmó Lorente, estos carteles son «una forma pedagógica de advertir» a los posibles infractores.
Otro objetivo, el control acústico
Por otra parte, los exámenes del nivel de sonido de las motocicletas se efectuarán a partir de la implantación de una serie de controles en varios puntos del municipio, en los que la policía local hará uso de un medidor de decibelios para vigilar y, en su caso, castigar a aquellos que sobrepasen el límite permitido por la ley.
Esta supone la tercera intervención del nuevo equipo de la concejalía de Movilidad en la regulación del tráfico setabense. Primeramente, el 17 de noviembre del año pasado se licitaron las obras para restringir el tránsito de coches en la Plaça del Mercat, donde además se eliminó el estacionamiento con el objetivo de ganar terreno para las terrazas de los bares y restaurantes. El pasado 5 de julio, por otra parte, la concejalía reabrió la puerta al tráfico rodado en la calle Àngel, tras recoger las quejas vecinales al respecto.
