«Solo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena». El alcalde de Chella, José Enrique Talón, echa mano del refranero popular para resumir de manera gráfica la política forestal de las últimas décadas en territorio valenciano. El incendio de Bolbaite ha vuelto a reavivar el debate en torno a la necesidad de que las administraciones intensifiquen las medidas para hacer frente al fuego en invierno, antes de que llegue la temporada caliente. Para definir y rediseñar los objetivos de restauración y protección de la superficie quemada, esta mañana se ha constituido en el Centro Cultural de Chella la Mesa de Concertación postincendio, un nuevo mecanismo de participación que ha reunido a una treintena de representantes del Consell, de la diputación, así como a los alcaldes de Chella, Sumacàrcer, Cotes, Estubeny, Bolbaite y Sellent y miembros la Mancomunidad de La Canal de Navarrés, de la Asociación para la Defensa de la Naturaleza de Enguera (Adene), de la Sociedad de Cazadores de Chella y de la Federación Valenciana de Caza.

Durante el encuentro, la directora general de Prevención de Incendios Forestales, Delia Álvarez, estableció el compromiso de que, a través de la Mesa, los ayuntamientos recibirán ayuda técnica para la redacción de planes locales específicos de prevención. Aunque estos instrumentos „que han de definir estrategias para combatir los incendios adaptadas a las peculiaridades de cada población„ son obligatorios para todos los municipios forestales desde 2005, ninguna de localidades afectadas por el fuego de mediados de junio dispone de ellos.

Medio Ambiente quiere que se cumpla la normativa autonómica. Por eso, Álvarez anunció una línea de subvenciones que servirá de incentivo para que los ayuntamientos elaboren los programas antiincendios, puesto que los alcaldes se quejan del elevado coste que representan las actuaciones de prevención para las administraciones locales, cuyos recursos son muy limitados. Los planes comarcales elaborados durante la etapa del PP en el Consell, además, prevén inversiones cuantiosas que no se están cumpliendo. La directora general subrayó la necesidad de que todos los actores del territorio implicados en su defensa «participen y trabajen conjuntamente» y apostó por extremar las labores de sensibilización de la población.

En el transcurso de la reunión, que el alcalde de Chella califica de «muy productiva», un técnico el Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM) expuso un informe que detalla la afección del incendio de Bolbaite y propone una serie de actuaciones a medio y largo plazo para la regeneración del perímetro del incendio. En primera instancia, habrá que aguardar aproximadamente medio año para comprobar cómo se regenera por sí sola la vegetación afectada antes de estudiar posibles actuaciones de repoblación. Como mucho, el Ayuntamiento de Chella valora la posibilidad de extraer algunos árboles y de promover cortas selectivas de pinos que pueden representar un peligro de derrumbe, aunque el alcalde de esta población „la más damnificada por el fuego„ descarta utilizar maquinaria pesada «para evitar la deforestación», siguiendo la recomendación de los técnicos. «Lo mejor es dejar los árboles en el suelo y esperar a que se pudran», apunta el munícipe.

La hoja de ruta diseñada por la Mesa postincendio implica la formación de diferentes grupos de trabajo que se encargarán de proponer y valorar actuaciones en tres frentes. El primero abordará medidas para evitar que un incendio como el de Bolbaite pueda volver a producirse. El segundo examinará posibles estrategias para regenerar el monte y el tercero se encargará de velar por la puesta en valor del patrimonio y la dinamización de la zona quemada, que agrupa más de 1.500 hectáreas.

Celebran la participación pública

La reunión constituyó una primera toma de contacto entre los diferentes actores que la integran. El presidente de Adene, Javier Antolín, celebró que el Consell apueste por la participación pública y tenga en cuenta la voz de las asociaciones y destacó el encuentro como un «primer paso» para sentar las bases de un cambio de modelo forestal. Los alcaldes volvieron a quejarse de las dificultades para limpiar los cañares de los ríos „un foco de incendios„ por las trabas de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). Ni la conselleria ni la diputación aportan soluciones a la problemática de momento.