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Minima moralia

Heras en obras

No ficción. Obsolescencia y permanencia de la pintura es la exposición de Artur Heras que hasta el 18 de Septiembre puede contemplarse en la Sala La Nau de la Universidad de Valencia. Reúne obras, entre las que predominan los grandes formatos, realizadas desde 2009 hasta hoy. En la misma, Heras se presenta como un resistente de la pintura —¿ha lugar a ello donde esta disciplina es hegemónica?—, para lo cual, en un vídeo ilustrativo, se embadurna de color azúl klein (IKB) al modo de un redivivo Yves Klein dispuesto a realizar sus "antropometrías". El pintor identifica "no ficción" con lo no-imaginario, con lo que es factual, para presentar su trabajo como reportaje y viaje por la experiencia. Una forma cuasi notarial de dar fe de hechos sociales y políticos mediante su "figuración alusiva". Cada cuadro de Heras, además, incorpora elementos espurios (cañas, platos, banderas, hasta sonidos) como extensiones físicas de lo pintado, y ofrece diversos niveles de atención y de lectura ante una imagen principal cohabitando con objetos y textos en el soporte. El estilo de Heras, que supo aunar pop art británico y nueva figuración, adquirió rasgos verdaderamente propios en el uso de estos procedimientos de "realidad aumentada", evidenciando el carácter de "artificio" en cada cuadro. Extralimitado —hemos de decir— con la adición de componentes tecnológicos. «Hizo del collage de materiales y patrimonios una declaración de principios sobre la inseguridad del vanguardismo (?), así en la política como en la pintura», escribió Vázquez Montalbán sobre Heras. El mejor ejemplo de lo cual en esta muestra sería Caída libre (2012), alegoría del fracasado intento de "tomar el cielo por asalto".

Proyección local. Entre paréntesis. En la nota de prensa remitida por la organización se decía: «uno de los creadores plásticos más singulares del panorama artístico europeo de las últimas décadas». ¡Y se dirá que los andaluces son exagerados! Manuel Vicent en su texto en el catálogo alude a la «desmesura mediterránea» a la que Heras «pone bridas». Falta hace por lo que se ve. La prensa, en la no elaboración de la noticia, mediante el corta-y-pega, lo ha reiterado sin más. Para embridar la desmesura, digamos que, desafortunadamente para él, la proyección y presencia de Heras tiene un carácter más local. Un mal endémico, desde hace décadas, es la escasa presencia internacional de los artistas españoles. Y, entre los valencianos, quienes ocuparían lugar preeminente son Manolo Valdés, Miquel Navarro, Soledad Sevilla, Carmen Calvo y Jordi Teixidor —premios nacionales de Artes Plásticas—, José Mª Yturralde, Elena del Rivero o Antonio Girbés, por exponer en el extranjero y por estar presentes en colecciones allende nuestras fronteras. Pero ya quisieran que se escribiese de ellos, y que fuese cierto, que son considerados singulares en el panorama europeo? Los anuncios en la prensa de Xàtiva, habitualmente ajena al interés de otras exposiciones, recomendaban la de Heras por un motivo: porque es de aquí. Que no está de más, pero es señal de una endogamia dedicada a promocionar exclusivamente el consumo interno. Y Abierto por obras es otra exposición paralela de Heras en la muy próxima galería Paz y Comedias, hasta el 24 de septiembre. Buenos motivos para acercarse a Valencia.

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