Después de desposeer a Francisco Franco del título de alcalde perpetuo y honorario de la ciudad, el Ayuntamiento de Xàtiva se dispone a borrar de las calles el último vestigio de la parafernalia simbólica de la dictadura. El tripartito ha dado luz verde a una propuesta del regidor de Memoria, Alfred Boluda, que allana el camino para la retirada de todas las placas de las viviendas de protección oficial promovidas por el Instituto Nacional de la Vivienda durante el régimen decoradas con el yugo y las flechas falangista.
El consistorio enviará requerimientos a las comunidades de propietarios de estos edificios para que eliminen las láminas, en aplicación de la Ley de Memoria Histórica. Si no cumplen la petición en un plazo que podría oscilar entre los 15 días y un mes, la administración local actuará de oficio, enviando a los operarios de la brigada para que hagan el trabajo, según avanza a Levante-EMV Boluda. El espacio ocupado por las placas franquistas no quedará vacío. El edil asegura que se repondrán con nuevas chapas en las que figurará el año de construcción y la orden ministerial que alumbró las VPO para que estos inmuebles puedan seguir identificándose y acogiéndose a los mismos beneficios como hasta ahora, en cumplimiento de la normativa.
300 euros de presupuesto
Con esta iniciativa pública, que nace con un presupuesto de apenas de 300 euros —el coste de sustituir las placas—, Xàtiva sigue los pasos de otros ayuntamientos como el de Paterna, que a comienzos de año borró los símbolos falangistas de las fachadas.
Un informe elaborado por el trabajador municipal adscrito al área de Memoria y cantaor Pep Gimeno, Botifarra —que ha efectuado un recorrido ocular por las calles—identifica más de un centenar de placas de este tipo en Xàtiva. Se trata de uno de los pocos recuerdos simbólicos que quedan de la dictadura cuya supresión queda amparada por la ley.
