Las deficiencias que registran algunas habitaciones del hospital Lluís Alcanyís de Xàtiva han provocado las quejas de diversos usuarios del centro, que han expresado su malestar a través de las redes sociales o bien se han dirigido a este diario. La protesta se centra en algunos equipamientos obsoletos cuyo mal estado y antigüedad repercutiría en las condiciones de ingreso de los pacientes, véase las camas, los colchones, las sillas o los sillones. Estos usuarios también señalan desconchados en la pintura de las paredes o la presencia de insectos. Las quejas se extienden a los asientos de la sala de espera de urgencias.

Frente a estas demandas, la Conselleria de Medio Ambiente ha subrayado que en los dos últimos años «no ha habido ninguna reclamación vía SAIP por escrito relativa a camas o sillones». «Las camas son antiguas —algunas proceden de la antigua Fe—, pero están en perfecto estado y cuando se estropean se reparan inmediatamente por parte del servicio de mantenimiento», recalcan fuentes del departamento a preguntas de Levante-EMV. Respecto a los sillones, la conselleria asegura que solo este año se han cambiado 80 de los 150 existentes y la previsión es reemplazarlos todos. «Ambos equipamientos —camas y sillones— entran en un programa de mejora permanente que supone que todas las camas sean eléctricas», zanjan estas fuentes.

Sanidad hace hincapié en que, desde abril, está trabajando en un Plan de Dignificación de Infraestructuras Sanitarias que prevé una inversión total de 330 millones de euros para toda la legislatura, con el fin de mejorar todas las infraestructuras sanitarias de la Comunitat Valenciana, incluido el hospital de Xàtiva.