Aunque pudiera parecer un espejismo en pleno agosto, no lo era. Una fuerte tromba de agua con incidencia dispar en las comarcas de la Costera, la Canal de Navarrés y la Vall d'Albaida descargó ayer en apenas cuatro horas hasta 37 litros por metro cuadrado en Enguera y ocasionó inundaciones en diversos municipios. En Xàtiva o Canals, las precipitaciones rondaron los 30 litros por metro cuadrado, un dato que supera el acumulado de lluvia de los últimos dos meses y rompe una tendencia de casi 40 días sin que prácticamente haya caído una gota en la Costera.

El temporal alcanzó su pico de intensidad en torno a las 12.45 horas. A partir de ahí, comenzó a remitir y por la tarde el cielo volvió a despejarse. Según las estadísticas oficiales que ofrece el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH), se recogieron 21 l/m2 en Vallada, 18 l/m2 en Bellús, 7 l/m2 en Ontinyent y 10 en Pinet. La Asociación Valenciana de Metereología (AVAMET), que dispone de una extensa red de pluviómetros particulares, contabilizó 25 l/m2 en Otos y Montitxelvo, 26,4 en Montesa, 29,7 l/m2 en Castelló de Rugat y 25 en Guadassèquies.

Las incidencias derivadas del aguacero trajeron de cabeza a la Policía Local de Xàtiva durante toda la mañana. En torno a las 11.45 horas, una mujer de 55 años resultó herida en la carretera de Bixquert tras volcar con su coche. La conductora tuvo que ser trasladada al hospital Lluís Alcanyís con un traumatismo lumbar.

Además, los bomberos retiraron la rama de un árbol que se desplomó en la subida del castillo sin causar heridos. La inundación del puente Virrei Despuig, junto a la plaza de toros, obligó al Ayuntamiento de Xàtiva a cortar su acceso para que la brigada pudiera limpiar los sumideros y liberar la calzada de agua. También se registraron filtraciones importantes por acumulaciones en el edificio de la diputación de la Avenida Selgas, así como en diversos bajos, incluidos establecimientos hosteleros. El temporal evidenció la suciedad de los imbornales, desbordados por el agua en distintos puntos de la ciudad, como en la calle de la escuela Teresa Coloma. Las acumulaciones dificultaron la circulación en el polígono Moles, donde el aparcamiento habilitado para la Fira se convirtió en un barrizal. La lluvia borró las líneas que delimitaban las plazas de estacionamiento, recién pintadas.

A diferencia de lo que ocurría hasta ahora cuando se producían trombas similares, el tráfico fue fluido durante la mañana en el polígono de la Vila gracias al funcionamiento del nuevo aliviadero.

Por último, una caída de la red eléctrica inhabilitó durante más de una hora las barreras de acceso al aparcamiento público de República Argentina, que dejaron de funcionar e impidieron la entrada y salida a los vehículos. En Enguera, el agua llegó a entrar en algunas viviendas, mientras en Canals se inundaron varias calles.

Descenso térmico de 10 grados

La tormenta fue acompañada de un descenso término de 10 grados en las tres comarcas, que acumulan un déficit de precipitaciones del 50%. Las lluvias tuvieron un efecto balsámico para paliar la preocupante sequía que azota al monte y al campo.