Luar na Lubre actúa este sábado en el Gran Teatre de Xàtiva (22 horas) de la mano del VI Arrelats Folk, en el que será su único concierto en la Comunitat Valenciana durante el año 2016. Se trata de una ocasión de oro para confraternizar con un histórico grupo defensor de la identidad gallega.
Son ya treinta años de música... ¿pesan?
Se dice pronto. Y más en este tipo de música, que no tiene ni más ni menos recorrido, pero es mucho menos conocida que otros estilos musicales que tienen la suerte de tener un apoyo mediático o una potenciación más grande. Somos lo que se entiende como una música de resistencia.
¿A qué cree que se deben esos escasos apoyos?
Hay unas tendencias establecidas a la hora de programar determinados tipos de música, y esta música no lo es. Lo fue a finales de los 90 y lo es en muchos países de Europa, pero si pones la radio, hoy es difícil encontrar un dial que ofrezca música de raíz. Ya no te digo celta. Son músicas que empezaron entendiéndose como no radiales, y continuamos con esa tesitura. No pasa igual más allá de los Pirineos.
¿Qué significa el nombre del grupo, «Luar na Lubre»?
Es un poema en tres palabras. Realmente es un juego de palabras que se me ocurrió hace treinta años. Significa «Luz de Luna en el Bosque sagrado de los celtas». Se conserva en la toponimia gallega porque lo recuperamos.
Un nombre muy celta...
Estamos en un lugar donde la conexión con las culturas celtas son lógicas, como le sucede al Mediterráneo con el norte de África u otras influencias. Estamos en una puntita, y la tradición celta y su forma de vida es importante para nosotros. La tendencia es la que vino desde Norte.
¿Diría que es importante en la música cuidar las raíces?
En nuestro tipo de música sí, aunque lo debería ser en cualquiera. En el folk, la música está inspirada en la música que se fue transmitiendo oralmente a través de los siglos, y donde el respeto es fundamental. La hacemos inspirada en esas músicas. Hay una fuerte huella de esa tradición oral y es parte fundamental de nuestra consistencia y de nuestra forma de actuar.
Vuestra semilla, además, se basa en el estudio de los principales cancioneros gallegos...
Son un legado importante, un soporte que utilizamos para trabajar determinadas melodías y tipos de música. También hicimos recogidas de campo, porque la música tradicional todavía está muy viva. Una vez que conoces la música tradicional, intentas darle una continuidad. Darle vida y no convertirla en una música muerta y estancada. Debe continuar funcionado y transmitiendo. Somos la lanzadera del futuro, la huella que dejamos para que la vean los gallegos que vengan dentro de cien años.
¿Es la música el mejor vehículo para afianzar la cultura?
Es uno de ellos. Probablemente el que más transmita, el más entendible y uno de los más interesantes. Junto con el idioma, es uno de los principales. Son dos formas de entender la idiosincrasia de un lugar. De la forma de ser de un pueblo. El sustento de cualquier cultura étnica.
Venís a una Comunitat que también tiene lengua propia. ¿Se cuida y se respeta esa pluralidad lingüística?
No conozco el caso valenciano tanto como el gallego, pero creo que hay bastantes similitudes. Creo que no se respeta. Están discriminados negativamente, y hay una gran diferencia de trato entre los dos idiomas que predominan. Tenemos una riqueza exquisita de idiomas en el territorio español, y deberíamos entenderlo y potenciarlo hasta en el propio parlamento. Así sucede en otros países más avanzados que el nuestro. Sino, dentro de unos años puede que no quede nada.
¿Qué tiene la música celta que la hace especial?
Creo que es un modo de hacer música muy característico. Hay una serie de instrumentos como el arpa o la gaita, y una forma de tocar que hace que la música celta sea fácilmente reconocible. Estamos cómodos en esta denominación, y la reivindicamos. Es una de las formas características de identidad del pueblo gallego. El celtismo fue la gran punta de lanza para la recuperación de identidad gallega en el siglo XIX, y eso no se puede olvidar.
Habéis realizado más de mil conciertos en más de veinticinco países diferentes. ¿Es una responsabilidad abanderar al pueblo gallego por el mundo?
Es una responsabilidad, y es un orgullo al mismo tiempo poder ser embajadores de tu tierra, sin estar adscritos a ningún gobierno. Es emocionante estar en lugares donde nunca estuvo un grupo similar al nuestro. Las sensaciones en estos conciertos es que había mucho interés por conocer Galicia, que no estaría ni en los mapas si no fuera por la existencia del Camino de Santiago.
¿Qué se encontrará la gente que acuda este sábado al Gran Teatre de Xàtiva?
Básicamente va a ser un concierto largo en el que recorreremos estos 30 años y al mismo tiempo presentaremos nuestro último trabajo, Extramundi, en el que cantamos en todos los idiomas peninsulares como reconocimiento a los conciertos que hacemos fuera de nuestras fronteras. De hecho vamos a contar con la Colla de la Socarrà de Xàtiva y la Degollà de Alcoi.
¿Qué os planteáis después de tres décadas?
Sobrevivir. Estamos siempre creando nuevas propuestas para demostrar que estamos vivos y que la calidad no disminuye.
