El Consorcio de Residuos V5 (COR) repartirá a partir de 2017 las 122.000 toneladas de basura que generan los habitantes de sus cinco comarcas en cuatro plantas de tratamiento y eliminación. La ausencia de instalaciones propias tras la paralización del proyecto de Llanera, la nueva política de proximidad de la Conselleria de Medio Ambiente y el colapso del vertedero de Alicante han conducido al organismo a emprender una profunda reordenación del mapa de transporte de los residuos.
Si hasta hace un año el vertedero alicantino de Fontcalent asumía todos los deshechos generados en el territorio, en los últimos meses el COR ha retirado casi 100.000 toneladas de esta instalación que ahora se distribuyen entre las plantas de Algímia d'Alfara (47.000 tn) y Manises (50.000 tn). A partir del año que viene, un nuevo destino se sumará a estos dos: la planta de tratamiento de Guadassuar. El ente de la basura prevé derivar al Consorcio Ribera-Valldigna que gestiona esta infraestructura alrededor de 24.629 toneladas generadas en los municipios de la Costera y la Canal de Navarrés, siempre «en consonancia con las disponibilidades de dicha instalación», según reza un informe al que ha tenido acceso este diario.
Este documento técnico, que calcula los costes de gestión del COR en 2017, señala como principal «ventaja» del nuevo esquema el ahorro que representará la orden de que las empresas recolectoras de la basura de ambas comarcas trasladen la basura directamente a Guadassuar „dada la proximidad existente„ prescindiendo del actual servicio de transferencia en la estación de Ròtova, que conlleva elevados gastos de transporte. La medida repercutiría en los ingresos que percibe el ayuntamiento de esta localidad.
Aunque el acuerdo sigue a expensas de que se establezcan nuevas rutas en los municipios y de conocer el precio final del tratamiento de los residuos en Guadassuar, el informe del COR calcula un desembolso de 1,2 millones de euros por la utilización de la planta de la Ribera. Como informó este diario, estas instalaciones no disponen de un vertedero para depositar el rechazo, que desde marzo se está trasladando hasta Fuente Álamo (Murcia), a 241 kilómetros de distancia. Para sufragar los sobrecostes derivados del transporte, el Consorcio Ribera-Valldigna ha aprobado un incremento del precio por el servicio de tratamiento, valorización y eliminación, que ha situado el coste por tonelada en unos 81 euros. El ente, además, acaba de poner en marcha unas modernas instalaciones.
La factura de la basura: 11,2 millones
El COR, sin embargo, prevé abonar 70,7 euros por tonelada a su concesionaria Vytrusa por la basura tratada en Guadassuar, en aplicación de la sentencia que penaliza a la UTE por sus incumplimientos y fija un precio máximo de referencia „actualizado según el IPC„ en función de la oferta inicial que presentó la adjudicataria en 2009, cuando se inició el actual contrato en vigor. El COR se agarra a la resolución judicial para afirmar que los costes de tratamiento permanecerán congelados y que no habrá incrementos sustanciales en la tasa pese al nuevo reparto de la basura acordado. Por cada tonelada tratada en la planta de Manises, el ente planea pagar lo mismo a su concesionaria que en Guadassuar „70,7 euros„ aunque estas instalaciones son más caras. La diferencia con el precio real tendría que abonarla la UTE.
El Consorcio asumirá un coste total de 11,2 millones de euros en 2017 por la transferencia, transporte, valorización y eliminación de todos sus residuos. El precio por tonelada asciende a 63 euros en Alicante y a 58 en Algímia. El órgano paga 8,8 euros por tonelada transportada y 9,2 euros por tonelada transferida, también en consonancia con la citada sentencia. La ausencia de instalaciones propias encarece la factura.
