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Jornadas de coordinación

Guardia Civil y Policía Local se coordinan para combatir la ciberdelincuencia

Agentes de la Costera, la Canal y la Vall d'Albaida abordan casos prácticos en el cuartel de Xàtiva

Guardia Civil y Policía Local se coordinan para combatir la ciberdelincuencia

Mario denunció en el cuartel de Albaida el retraso en la llegada de un pedido que había adquirido en una web de compraventa de apariencia española. Cuando los agentes de la Guardia Civil rastrearon la identidad real del vendedor, descubrieron que la página estaba radicada en China. Mª Jesús se apuntó a una web de contactos con la esperanza de encontrar pareja. Pagó una suscripción inicial de 8 euros, pero a los tres meses le cargaron a la cuenta 70 euros. No leyó los términos de condiciones. Luis se hizo con un Iphone a precio de ganga pero descubrió que la jugada le salía cara cuando cada mes se le acumulaban los cargos en la cartilla. A Manuel le robaron una Play Station. Los ladrones usaron el identificador de la videoconsola para efectuar compras en una plataforma virtual . Tirando del hilo, la Guardia Civil descubrió la dirección de los autores del hurto... en Rumanía. Habían dado con una banda que robaba por toda España y exportaba la mercancía fuera.

Todos estos casos son reales (excepto los nombres de los afectados) y han ocurrido en la Demarcación de la Guardia Civil de Xàtiva, que abarca a la Costera, la Canal y la Vall d'Albaida. El cuartel de esta ciudad acogió ayer una jornada de coordinación intercomarcal entre la Benemérita y la Policía Local que reunió a medio centenar de agentes de ambos cuerpos procedentes de municipios diversos.

El incremento de los delitos telemáticos y la necesidad de ampliar conocimientos para combatir el cibercrimen acaparó buena parte de la sesión. «Esos delitos van a más y son dificiles de perseguir», remarcó el capitán, Antonio Carrillo, antes de dar paso a los agentes del área de Investigación que, de forma didáctica y echando mano de un proyector, expusieron los ejemplos más comunes de fraude virtual y la forma de prevenirlos. Porque, en muchas ocasiones, la complejidad de la red, el bajo importe sustraído o el alcance mundial de las redes de estafa hacen «imposible» que la denuncia termine en final feliz.

Por ejemplo, si usted va a efectuar una compra online, puede conocer desde dónde se realiza la venta accediendo a Whois, un registro público que permite determinar quién es el propietario de un dominio o una dirección IP en Internet. Los agentes subrayaron el «desconocimiento» habitual de los usuarios respecto al lugar desde dónde se pacta la transacción. Si ha sido víctima del fraude virtual, ha de procurar reunir los máximos datos posibles, incluidas capturas de pantalla, direcciones y medios de pago antes de tramitar la denuncia. Leerse los términos de condiciones antes de introducir la cuenta, desconfiar de los plazos de entrega demasiado largos o instalarse en el móvil un software antiladrones para facilitar su recuperación en caso de hurto son algunas de las recomendaciones de los investigadores.

Mantener a salvo las claves

En la charla también se abordaron el phising y el pharming, técnicas que intentan engañar al usuario redirigiendo a webs falsas en las que se ha de validar una clave. Los ciberdelincuentes aprovechan estos datos para encriptar archivos informáticos y pedir a su víctima un rescate económico por ellos. Es lo que le ocurrió una empresa de Ontinyent a la que le exigían 3.000 euros. En estos caso, los agentes recomiendan no ceder al chantaje para no animar a las organizaciones criminales que hay detrás.

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