El Teatro Monumental de Madrid albergó días atrás un concierto de la Banda Sinfónica Municipal de Madrid, dirigida en esta ocasión por el maestro Miguel Romea, que sirvió de estreno en Europa de la obra Pulsar-Mimesis, del compositor de Chella José M. Fayos Jordán. La interpretación fue un rotundo éxito, al igual que ocurrió cuando fue estrenada en California. La pieza de Fayos fue escuchada por un auditorio por vez primera en el pasado WASBE Conference 2015 en un recital a cargo de la WASBE Youth Wind Orchestra, bajo de la dirección de José R. Pascual Vilaplana. El programa del estreno en Madrid, de gran dificultad técnica, lo completaban Divertimento para saxofones, de Juan Cano Murillo y La consagración de la primavera, de Igor Stravinsky.
Sobre la obra de Fayos, el propio músico señala que «la mímesis, desde la cultura clásica, consiste en la representación de la naturaleza como fin esencial del arte, estableciendo analogías y utilizando rasgos representativos del original. Esta obra —explica Fayos— genera esa representación a partir de cualidades y características del pulsar, acrónimo en inglés de pulsating star, una estrella de neutrones que emite radiación periódica y que posee unas características muy particulares. A partir de cada uno de estos rasgos, se genera una idea o material sonoro concretos que se van a desarrollar en cada movimiento», dice.
De esta forma, según Fayos, el primer movimiento (Pulsation-Magnetic Fields) está escrito a partir de una pulsación (mimesis de la pulsación estelar) que se proyecta durante todo el movimiento con una armonía espectral: mímesis del campo magnético). El segundo (Gravity-Density), para representar la ingravidez externa del pulsar, está generado a partir de atmósferas armónicas superpuestas a un Cantus firmus extraído del Llibre Vermell, y para representar la densidad, aparecen texturas rítmicas y armónicas muy densas con microtonalidad.
