El secretario autonómico de Medio Ambiente, Julià Àlvaro, manifestó ayer que el acuerdo entre el COR y la Mancomunitat «no es es la estación de llegada, sino un punto de inicio» en el camino para «desencallar» una situación «embarrada» desde hacía años por el enconamiento de las partes. Aunque la ley autonómica estipula que el Consorcio ha de gestionar los residuos de la Vall d'Albaida junto a los de otras 4 comarcas, Àlvaro señaló la necesidad de respetar el «ejemplar» Plan de Minimización desplegado con anterioridad, dada su sintonía con las políticas de reducción de residuos y tratamiento localizado que defiende la Generalitat. Àlvaro emplazó a ambos entes, ahora aliados, a «buscar una solución dialogada y de consenso» que despierte «la mínima conflictividad social» antes de confirmar el emplazamiento de la planta de residuos en Bufali. Su conselleria, dijo, aceptará lo que se decida en la comarca. Por su parte, el presidente del COR atribuyó el prolongado conflicto de la basura a «la falta de diálogo» durante la etapa del PP. Roger Cerdà abogó por «trabajar de manera compartida por la reducción residuos y la mejora de la gestión».
