Por más que se haya publicitado como una dimisión por motivos estrictamente personales y que, ciertamente, el edil Joan Josep Garcia tiene una ocupación laboral difícil de compaginar con la gestión municipal, lo cierto es que la renuncia abre interrogantes: unos interrogantes que Compromís, con su negativa a aportar más luz sobre la dimisión, contribuye a alimentar. Este diario preguntó al grupo municipal cuestiones sobre la dimisión y sobre la gestión del relevo y, un día después, la contestación es que se remiten a las notas de prensa tras la dimisión, unos textos laudatorios que no aportan ninguna clave sobre lo que sucede realmente: sobre todo, si es cierto o no que la número 4 en la lista, Empar Penadés (la que está llamada a cubrir la vacante de Garcia) va a renunciar. De hacerlo, entraría el número 5; es decir, Salvador Moscardó, esposo de Cristina Suñer. Este diario ha podido saber que todo apunta a que así será. Pero oficialmente el grupo ni confirma ni desmiente.

Por otro lado, el PP ha deslizado como posible motivo que la gestión de Personal de Roger Cerdà habría hecho sentirse ninguneado a Garcia. Eso y que como regidor de Régimen Interno ha tenido que asumir el polémico nombramiento del intendente de la Policía Local. Garcia, de un perfil político que ha sorprendido gratamente por su rectitud y su capacidad al frente de varias ponencias, no habría visto con buenos ojos el lamentable espectáculo ofrecido con esta designación. Roger Cerdà negó ayer tajantemente que detrás de la renuncia de Garcia estuviera esta serie de motivos.

Finalmente, también subyacen problemas internos. En Compromís hay dos bandos enfrentados: el grupo municipal y la nueva ejecutiva que lidera Ferran Minguet. En ella no está Suñer, que de este modo se verá relegada como candidata en el futuro aunque ahora sea concejal. Mientras que en la ejecutiva está la esposa del recién dimitido concejal.