La crisis constante que parece vivir la naranja hace que los agricultores tengan que diversificar su producción y quizá desviarla hacia otros objetivos. De entre ellos, el caqui es el que más éxito ha conseguido en los últimos años. La comarca de la Ribera ha sido hasta ahora la que más fuerte ha apostado por la plantación de caqui, pero el cultivo empieza a extenderse por las comarcas lindantes.

Poco a poco, en la Costera, municipios como Montesa, Canals, l´Alcúdia de Crespins o, en menor medida, Xàtiva ven cómo sus campos cambian progresivamente su tonalidad naranja por el rojo brillante característico del caqui. Aún no existen cifras oficiales sobre el área dedicada a esta fruta, pero tan solo es necesario echar un vistazo a los campos de la comarca para constatar que la metamorfosis está en marcha. Incluso en la Vall d´Albaida, cuyo territorio se ha dedicado tradicionalmente a la fruta de verano (melocotón, albaricoque...), el caqui empieza a asomar la cabeza.

La producción de esta variedad alcanza en todo el mundo los cuatro millones y medio de toneladas, aproximadamente, de las cuales tres millones provienen de China, primer productor mundial. En España, cuarta en la clasificación, el caqui se cultiva a lo largo de toda la cuenca mediterránea, principalmente en la Comunitat Valenciana, donde la pasada temporada se recogieron alrededor de 220.000 toneladas de fruta. Sus inicios, sin embargo, fueron muy humildes. En 1992, la provincia de Valencia contaba con tan solo 129 hectáreas dedicadas al caqui, que alcanzaron ese año las 1.284 toneladas de producción, según datos de la Denominación de Origen «Kaki Ribera del Xúquer». La aplicación de técnicas post cosecha para eliminar las astringencias amargas de la variedad «rojo brillante» fueron un punto de inflexión, ya que permitían recoger el fruto cuando aún no había madurado y exportarlo.

Desde entonces, su ascenso ha sido meteórico: de 1.284 toneladas en 1992 se pasó a unas 25.000 en el año 2002, cultivadas en 2.281 hectáreas registradas. Trece años después, la producción sobrepasa las 200.000 toneladas y el área cultivada alcanza las 16.465 hectáreas -según la última Encuesta Sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos elaborada por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente-, lo cual supone además un incremento del área de cultivo en un 23,3 % respecto al año anterior.

Sin duda, la Ribera es hoy por hoy el productor más potente de caqui. Pero su expansión más allá de las fronteras naturales del Xúquer parece imparable. Y ello también enciende algunas alarmas porque ya hay quien advierte de una posible «burbuja del caqui» en un futuro a medio plazo, puesto que en el año 2014 se comercializó la cantidad de 1,2 millones de plantones: el doble que de almendros y de cítricos.