Después de treinta años, el profesor e historiador Germán Ramírez va a cumplir el siempre postergado objetivo de publicar un manuscrito titulado Anales o memorias de Játiva (1833-1861), redactado por el abogado José Pascual Ferrándiz y Carbonell, y que retrata cómo era la capital de la Costera en tiempos de la reina Isabel II. El profesor tuvo la suerte de encontrar casualmente las memorias, en la biblioteca del empresario y escritor valencianista Nicolau Primitiu Gómez, localizada hoy en la Biblioteca Valenciana. En espera de iniciar el estudio preliminar de la obra y una edición anotada, consiguió fotocopiar la obra, y dejarla en depósito en el Archivo Municipal de Xàtiva, en espera de poder sacarla a la luz pública, cuando sus numerosas obligaciones se lo permitiesen.

Durante mucho tiempo se supo de aquellas copias gracias a que fueron utilizadas por otros historiadores, como fuente primaria para documentar investigaciones sobre diversos aspectos de la vida social, política y económica de la Xàtiva del siglo XIX, tal era la cantidad y veracidad de sus contenidos. Hoy viernes s a las ocho de la tarde en la Casa de la Cultura, Germán verá editadas por Ulleye las memorias, y presentará la vida de un letrado progresista de clase media, que analizó Xàtiva desde una perspectiva liberal, sin caer en el radicalismo democrático ni republicano. Para ello, se ha contado con la ayuda inestimable de Beatriu Navarro, transcriptora del texto original, para que sea legible y accesible a todo tipo de lector, sin alterar la estética y forma de escritura de su época. La idea de aquel testimonio manuscrito le surgió a Jose Pascual Ferrándiz a raíz de la publicación por entregas de una historia de Xàtiva en el diario Mercantil de Valencia a lo largo de 1857, y cuyo autor, Vicente Boix, titulaba como Játiva: memorias, recuerdos y tradiciones.

Un repaso a lo largo de 38 años

Ferrandiz pensó que Boix había cometido numerosos errores que había que enmendar, y le escribió para que llevase a cabo las pertinentes correcciones, cosa que el citado autor nunca hizo. Así, lo que comenzó siendo una serie de indicaciones, se convirtió en toda una crónica de los hechos más relevantes que ocurrieron en la ciudad, relatados año a año, en un período que abarca desde 1833 hasta 1861.

Acompaña Ramírez el texto, de un estudio preliminar donde esboza un perfil biográfico del personaje, lo inserta en el debate historiográfico acerca de su condición de burgués, para luego entrar en la narración de José Pascual Ferrándiz y Carbonell, cuyo discurso se acompaña convenientemente de notas aclaratorias, para puntualizar y contextualizar a personajes, hechos, vicisitudes y reformas urbanas realizadas en Xàtiva. Además de la edición comentada del manuscrito, éste la acompaña del apéndice documental que Ferrándiz utilizaba para documentar sus opiniones, y no caer en equivocaciones tan propias de hacer historia solo en base a la memoria oral.

Leer el manuscrito equivale a realizar un paseo por la Xàtiva que va desde la muerte de Fernando VII hasta la consolidación de la hegemonía de la Unión Liberal bajo el reinado de una Isabel II, cada vez más cuestionada por su vida disoluta y extremo conservadurismo. Así, entre otras muchas cosas, se narra el fusilamiento de Magraner, hoy aún con placa dedicada en la Alameda, las epidemias del cólera, los asaltos carlistas, las fiestas de proclamación real, los intentos progresistas por recuperar la capitalidad, las exhibiciones aerostáticas, la construcción del nuevo cementerio, las reformas en el castillo, los procesos de exclaustración, de cuando Xàtiva se quedó sin conventos masculinos, o las luchas de moderados, progresistas, repúblicanos y demócratas por dominar el ayuntamiento.

En suma, constituye un agradable viaje en el tiempo por la historia de España desde la perspectiva de una pequeña ciudad del siglo XIX, que siempre tuvo a Valencia como espejo, y que reclamó ante ella ser la cuarta provincia del Reino de Valencia, cosa que nunca consiguió, por entrar en una espiral de decadencia, que le llevo a soñar siempre con recuperar el esplendor perdido, y que en muchas cosas, ayuda a entender su visión de entonces, desde una óptica del presente, lo ingobernable que ha sido siempre España, un país repleto de guerras civiles, pronunciamientos militares, amaños bipardistas, y toneladas de corrupción, una historia por tanto, qu no resulta nada lejana.