El último episodio de gota fría ha provocado graves daños en los campos y caminos rurales de la Font de la Figuera. En una primera estimación, el ayuntamiento cuantifica el impacto económico del temporal en unos 700.000 euros. Hace tiempo que las aguas pluviales ocasionan graves problemas de inundaciones como consecuencia de de las obras de la vía férrea y de la nueva variante de acceso a la población —ambas promovidas por el Estado—, que provocan un aumento en el caudal de recogida de agua e intensifican las escorrentías en los barrancos. Consciente de la seriedad del asunto, el consistorio reclama una solución urgente para canalizar adecuadamente el agua.

El problema se agrava cada vez más, afectando incluso a símbolos históricos de la población, como son la Font de Baix y el lavadero municipal, que se encuentra ahora mismo sin agua, a raíz de la rotura del minado de la balsa de la Comunidad de Regantes.

El alcalde de la Font, Vicent Muñoz, y la regidora de Medio Ambiente, Carmen Asensi, coinciden en el desastre que han supuesto para la Font de la Figuera el último temporal. A lo largo de tres días se registraron daños en campos y caminos y quedaron completamente inundadas zonas como el Camí Fondo, que quedó cortado al tráfico. También se vio afectada la N-344. El desprendimiento de un talud de la que será la futura variante de la Font fue el causante el lunes de que esta vía, conocido punto negro de la red viaria estatal, quedara inutilizado.

Los desperfectos son igualmente frecuentes en los barrancos de la población, especialmente en los dels Molins y el de «Ernesto» (Gilmartínez). El pasado fin de semana, en la Font se recogieron en sólo tres días 182 litros por metro cuadrado, casi el mismo registro acumulado en lo que va de año (273 l/m2). El mantenimiento de los caminos es una preocupación constante para la corporación.