Los dos concejales del PSPV de l'Olleria dan por finiquitado el acuerdo que sellaron hace un año y medio con Compromís para gobernar el ayuntamiento. «El pacto está roto de facto desde hace meses». El líder de la agrupación local socialista y primer teniente de alcalde, Héctor Such, se expresa así para definir «una relación pésima» de la que no ve «posibilidad de mejora». «La situación es de tensión permanente», asegura el también regidor de Cultura, Patrimonio, Turismo y Seguridad.

Ambas formaciones no han llegado a un acuerdo para aprobar los presupuestos de 2017. Los socialistas abandonaron la última reunión a mitad después de un agrio enfrentamiento con sus socios. De momento, los ediles del PSPV descartan renunciar a sus delegaciones, pero aseguran que no van a apoyar las cuentas y que «Compromís se va a quedar en minoría» en esta y otras decisiones. La coalición tiene 5 concejales frente a los 6 del PP y los 2 del PSPV.

Esta misma semana, Such ha presentado por registro de entrada una propuesta de presupuestos alternativa a la de Compromís. «No nos han dejado otra opción», afirma el portavoz socialista. Según éste, el presupuesto de 2016 suponía «un agravio comparativo» porque comportó recortes en todas las áreas controladas por el PSPV que, a su juicio, les han dejado «atados de pies y manos» para desplegar su gestión. «Quieren quitarnos todo el protagonismo. Nos pisan nuestras concejalías y nos dan la espalda cuando toman decisiones. Nos excluyen constantemente». Such considera que el presupuesto del año pasado «fue impuesto» y dejaba al mínimo sus partidas, «mientras que algunas delegaciones como Participación Ciudadana, se multiplicaron por 90». «Si les sobra dinero a final de año lo reparten entre sus áreas y a nosotros nos estrangulan», apostilla. El concejal de Deportes, David Millán, tilda de «maltrato» el recorte del 53,6% en 2016 a su área y critica que se traspasara el mantenimiento de las instalaciones deportivas a la concejalía de Servicios, en manos de Compromís. «No se entiende que el edil de Deportes no tenga capacidad para supervisar estos los recintos deportivos», apunta.

El alcalde de l'Olleria, Julià Engo (Compromís) niega la marginación y pide «coherencia» a los ediles del PSPV, cuya postura ve injustificada. El munícipe recuerda que el presupuesto de 2016 «salió adelante con sus votos» y recalca que los recortes se han extendido a la mayoría de regidorías, debido «a los menores ingresos por la bajada del IBI y al techo de gasto impuesto por el Ministerio». Las áreas que se han salvado, como Promoción Económica y Bienestar Social, son «prioritarias» dentro de la acción del equipo de gobierno «para dar agilidad a la reactivación económica y llegar a todas las personas más necesitadas». «Todos queremos más dinero, pero hay prioridades y, en cualquier caso, se pueden negociar», ahonda Engo, que, en cualquier caso considera inasumible la propuesta de las cuentas que hace el PSPV porque «no tiene ningún apoyo administrativo y de fiscalización y sería ilegal aprobarla». «Me he sentado con ellos, pero no tienen voluntad de negociar. Su propuesta consiste en bajar a todos los concejales de Compromís sus partidas para subírselas ellos y, además, supera el techo de gasto», sostiene.

La visión del PSPV es muy distinta. Such afirma que abandonaron las negociaciones del presupuesto porque «nos lo quieren imponer a gritos y no nos dan opción de opinar». Según éste, votó a favor de las cuentas de 2016 «por responsabilidad», pero ha decidido «plantarse» por la «actitud» de sus socios. Los ediles del PSPV ven «un boicot» en la «ausencia de atención» de la concejalía de Servicios a las áreas de Cultura y Deportes. El alcalde atribuye esta situación a la falta de personal por bajas y sustituciones y a la imposibilidad de contratar por la normativa estatal. «No podemos llegar a todo y se prioriza lo urgente», mantiene.

Dudas sobre si Such será alcalde

Otra cuestión que ha fracturado las costuras del bipartito son las dudas acerca de si el líder socialista ocupará la vara de mando el último año de legislatura. Según Such, Compromís se comprometió a ello y ahora se niega. «Solo me permitirán ser alcalde si tengo una actitud servil y no estoy dispuesto a ello», sostiene. Engo, en cambio, subraya que el pacto de gobierno estipulaba que el último año se negociaría esta posibilidad, tras una revisión de los acuerdos. «En ningún momento se dijo ni por escrito ni verbalmente que (Such) sería alcalde», remarca el munícipe.

En otros escritos por registro, los socialistas censuran la «falta de transparencia» y las dificultades para acceder a la información. «Nos dan la documentación el mismo día que a la oposición y la tenemos que pedir por escrito». Such cuestiona el «nulo consenso» y pone como ejemplo el plan de caminos rurales, cuya inversión no conocieron «hasta unos días antes del pleno en que se aprobó». Los ediles del PSPV aseguran ser víctimas de una «campaña de difamación» por parte de algunos miembros de Compromís. «En comentarios de bar no entro», replica el alcalde, que desmarca a su ejecutivo de cualquier mal trato.