El Síndic de Greuges ha pedido al Ayuntamiento de l'Olleria que tome medidas para que las comparsas de Moros i Cristians de la localidad cumplan con la normativa de la protección contra la contaminación acústica, después de que un vecino haya reiterado una queja en la institución que preside José Cholbi por el exceso de ruido de una comparsa ubicada en la calle Miraflores de l'Olleria. Cholbi recomienda al gobierno que preside Julià Engo a que «continue adoptando medidas» para el cumplimiento de la normativa, después de que el ejecutivo local ya emprendiera acciones para que las filaes se adecuarán a la legislación. Desde el gobierno local, Julià Engo afirmó ayer que intensificarán la vigilancia y las medidas para el cumplimiento de la normativa acústica.

El vecino promotor de la queja ya se dirigió al Síndic de Greuges en ocasiones anteriores advirtiendo del funcionamiento irregular del local de una comparsa en la calle Miraflores, donde reside y donde tienen su sede tres comparsas de la localidad: Corda Curta, Rebeldes y Mariners. El Síndic instó al consistorio a tomar medidas y desde el gobierno de Engo se actuó requiriendo a la Inspecció Urbanística Municipal para que realizara las mediciones de emisión de ruidos para determinar si existían incumplimientos; así como también se requirió a la Policía Local para que vigilara los locales y comprobara que la actividad de los mismos se ajustaba a la normativa. Además, el ayuntamiento pidió a todas las comparsas que solicitaran su inscripción como sede festera tradicional y Julià Engo expuso ayer que todas las comparsas de l'Olleria están escritas en la categoría B.

Estas actuaciones municipales llevaron a cerrar el expediente de queja en marzo de 2016, pero ahora el vecino ha vuelto a presentar una nueva queja asegurando que las medidas tomadas por el consistorio no han acabado con el problema de ruidos del local de una comparsa en la calle Miraflores, sin detallar el Síndic cual de las tres con sede en la calle es objeto de las quejas del residente.

Cholbi, que en la notificación remarca que valora «positivamente» las anteriores actuaciones municipales para solucionar el problema y destaca el «compromiso» asumido por el consistorio, pone de manifiesto las «dos versiones contradictorias de unos mismos hechos», por una parte un vecino que expone las molestias que viene padeciendo, y por otra el consistorio que asegura que está cumpliendo la normativa.

Sin denuncias en el consistorio

Ante la nueva queja del vecino, el Síndic recomienda al consistorio que «siga adoptando las medidas» para garantizar el cumplimiento de la normativa. Engo afirmó ayer que el consistorio seguirá vigilando el cumplimiento de las normativas, pero señaló que el vecino «acude directamente al Síndic y no ha presentado ninguna queja en el consistorio», donde no consta ninguna denuncia de ningún vecino por exceso de ruidos aseguró. El alcalde reiteró ayer que «estamos en contacto con la Societat de Festers y estamos coordinados con la junta festera para que los horarios de las actividades festivas se compatibilicen con el descanso de los vecinos», concluyó el primer edil.