El retrato muestra a una joven en una actitud reflexiva, con la mirada perdida. Sus manos se rozan nerviosas. La poética creación de la pintora e ilustradora Júlia Moscardó i Chàfer ha cautivado al prestigioso jurado del premio Brian Botting de Londres y se ha alzado con el galardón a la mejor representación de una figura humana acuñada por un artista de menos de 30 años, una de las modalidades del Lynn Painter-Stainers Prize de pintura figurativa y una plataforma de despegue para jóvenes promesas. Aunque se crió en Genovés, Moscardó lleva año y medio afincada en Cambridge, donde acaba de concluir un máster de ilustración de libros infantiles. Con 26 años, ya ha estampado su nombre en uno de los certámenes más influyentes del Reino Unido.

La recompensa representa un empujón determinante a su carrera: una inyección de 5.000 libras para emprender nuevos proyectos artísticos y la oportunidad de exponer su obra en la londinense The Mall Gallery. Un sueño hecho realidad que Júlia encara con entereza. «El premio me ha hecho mucha ilusión: es una gran ayuda para seguir adelante y trabajar en lo que me gusta», cuenta a Levante-EMV al otro lado del teléfono.

Los jueces del concurso -cinco reputados artistas, profesores y expertos- han elogiado la sensibilidad plasmada por la artista en su pintura al óleo, donde retrata a Elfe, una joven alemana que conoció en su último año de carrera y que da nombre al cuadro. En medios británicos, la veterana y laureada artista Daphne Todd, presidenta del jurado, ha observado «reminiscencias del Picasso más temprano» en la forma que tiene la autora de transmitir el estado de ánimo del personaje. La popular pintora también destaca el uso de los tonos claros y oscuros, la descripción de las formas y el potencial de Moscardó, sin experiencia en competiciones de pintura.

«Se han pasado un poco: no quiero que se me suba a la cabeza», responde una Júlia abrumada cuando se le pregunta por la comparación con el genio malagueño. La artista de Genovés ha encajado el premio con humildad. Aunque no quiso difundir mucho la noticia, no pudo evitar que corriera como la pólvora entre sus amigos y que comenzaran a bombardearle las felicitaciones procedentes de la terreta. «No voy a mirar más el Facebook porque no paran de llegar mensajes», bromea, encantada de que su arte sea apreciado a tantos kilómetros de distancia.

Artista versátil

El galardón no podía haber llegado en un mejor momento para la creadora, que acaba de iniciar una nueva etapa, después de poner punto y final a su máster de ilustración infantil en la Universidad Anglia Ruskin. Júlia se licenció en la facultad de Bellas Artes de València. Después de una experiencia Erasmus en Leeds en 2013, decidió volver a coger las maletas en 2015 para ampliar sus conocimientos en Cambridge, atraída por un posgrado que goza de prestigio y que no podría haber impartido en España. «El respaldo en Reino Unido a los artistas es mucho mayor», recalca.

Júlia no se pone límites y se muestra deseosa de «hacer un poco de todo» y de empezar a atender encargos, siempre combinando sus dos grandes pasiones: la ilustración y la pintura. Su estilo se aleja de lo abstracto y del arte que constantemente obliga al creador a expresar lo que piensa. Prefiere lo representativo, captar la realidad tal como la ve, desarrollar personajes y dejarse llevar por el proceso creativo. Es una artista versátil que emplea técnicas variadas -desde el gouache y el óleo a la xilografía y la estampación con materiales diversos-, aunque le entusiasma explorar nuevos campos, sin dejar de aprender. También ha sido alumna del conservatorio Lluís Milà de Xàtiva y ha expuesto su trabajo en València, Xàtiva, Canals, Leeds o Bolonia.

La obra ganadora de Moscardó integrará la exposición de trabajos premiados en el último Lynn Painter-Stainers Prize que acogerá The Mall Galleries del 8 al 16 de marzo. La muestra selecciona 106 de las 1.100 piezas que se presentaron a la competición, puestas a la venta. Las creaciones de Júlia Moscardó ya han despertado el interés de diversos aficionados a la pintura.