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Montsant dejará el hotel «como está» y descarta actuaciones arqueológicas

La propietaria cierra la puerta a ampliar las instalaciones y a promover otras obras en la zona

Montsant dejará el hotel «como está» y descarta actuaciones arqueológicas

Inelcom no solo ha renunciado a edificar un museo de arte subterráneo en la ladera del castillo de Xàtiva. El anuncio de la retirada del proyecto comporta la paralización sine die de todas las intervenciones complementarias programadas en las inmediaciones del hotel Montsant, según confirman a Levante-EMV fuentes próximas a la empresa promotora, que señalan la decisión como definitiva e irreversible.

El establecimiento se quedará «tal como está» y mantendrá su actividad normal. La firma ha cerrado la puerta a ampliar las instalaciones con 8 nuevas cabañas porque el incremento del alojamiento (16 habitaciones) respondía a la necesidad, afirman, de «generar unas instalaciones turísticas adecuadas al nivel de la inversión cultural» prevista. El consistorio, además, no estaba dispuesto a autorizarlo.

La propiedad no tiene intención de seguir adelante en un futuro próximo con las actuaciones arqueológicas pretendidas en la superficie del actual aparcamiento, una zona muy sensible donde los expertos constatan la presencia de vestigios islámicos de calado. Queda igualmente descartada —al menos en un plazo considerable de tiempo— la limpieza y recuperación de las bóvedas del majestuoso aljibe medieval del enclave, una instalación que los promotores quieren datar con precisión y consolidar como área visitable al público.

La primera fase del proyecto contemplaba retomar las excavaciones en la parcela original de Montsant para delimitar el perímetro y sacar a la luz las ruinas de la iglesia neoclásica y del claustro del convento cisterciense. Según los estudiosos, una excavación en profundidad permitiría recuperar del subsuelo la estructura original del monasterio fundado en 1320.

Yacimiento islámico

Hace dos años, se descubrió una puerta de muralla califal que iba a integrarse en el futuro museo como punto de acceso a las instalaciones en la zona del aparcamiento, dentro de una edificación menor a modo de centro de recepción de visitantes. En los alrededores se localizan estructuras de casas de la época musulmana, un yacimiento en el que también se iba a profundizar y cuyo estudio podría ayudar a despejar las incógnitas que aún rodean a este enclave de incalculable trascendencia histórica, donde se entrecruzan culturas y civilizaciones diversas. En la actualidad, los restos permanecen tapados. Dentro de estos trabajos, la empresa planeaba consolidar un tramo muy deteriorado de muralla para integrarlo igualmente en el futuro museo. Otra intervención que no se hará.

Las excavaciones contaban con el respaldo del arqueólogo municipal del ayuntamiento, que salió en defensa de la labor «respetuosa» de Montsant «desde el punto de vista arqueológico y patrimonial».

Pero lo que ha condenado al fracaso al proyecto ha sido la controvertida idea de edificar un museo subterráneo de 14.500 m2 en una superficie montañosa rodeada de riqueza patrimonial a los pies de la Penya Roja. La movilización de un grupo de vecinos y la oposición del arquitecto-conservador del castillo y de expertos reconocidos como el botánico Joan Pedrola son claves para explicar la falta de apoyo institucional que ha acabado tumbando la propuesta, en la que trabajaban reputados profesionales como el arquitecto Arturo Sanz o la arqueóloga Reyes Borredà.

La empresa defendió que el museo quedaría integrado en el paisaje y que la afección de la obra sería mínima, pero no reunió suficientes apoyos y no ha llegado a presentar el proyecto, de modo que resulta imposible calibrar —más allá de todo el ruido generado— su impacto real y su viabilidad técnica, de igual modo que se desconoce si hubiera obtenido la autorización de Patrimonio. La inyección de fondos privados para revitalizar la zona del castillo, huérfano de inversiones de calado de las administraciones públicas desde hace demasiado tiempo, era otro argumento empleado por los promotores en su favor.

Conflictividad

Desde la empresa sostienen que la propuesta formaba parte del «legado que Vicente Quilis —propietario de Inelcom— quería dejar a Xàtiva» , pero subrayan que, en el momento en que se ha generado conflictividad, la firma —poco amiga de los focos— no ha querido continuar. «La propuesta se ofreció para que la gente pudiera implicarse. Hemos intentando ser lo más participativos y transparentes posible», indican las mismas fuentes, que lamentan la negativa de la corriente crítica a sentarse a debatir.

Los recursos que ha gastado la promotora en el proceso hasta ahora se han centrado en la campaña de comunicación y concertación social. Aunque la inversión del proyecto se cifraba en más de 20 millones de euros, no hay una estimación fiable, puesto que la actuación revestía una enorme complejidad y los imprevistos durante las excavaciones y los trabajos en la montaña hubieran encarecido notablemente las obras.

A preguntas de este diario, la mercantil reitera que su idea era crear un edificio singular y ad hoc que diera «empaque» al proyecto, a semejanza del Museu dels Sants d’Olot o el polémico Pompidou de París, para «posicionar a Xàtiva como referente europeo en el arte contemporáneo». Sobre la negativa de Inelcom a negociar ubicaciones alternativas, subrayada ayer por el alcalde de Xàtiva, insisten en que su apuesta no tenía cabida en los palacios o monasterios de la ciudad, donde, a su juicio, «perdería el sentido» y la conexión con las 177 obras e instalaciones de la colección, que se queda en Madrid.

Xàtiva Digna aplaude la retirada del proyecto

La Plataforma Xàtiva Digna ha manifestado su «satisfacción» por la retirada del proyecto de Inelcom junto a las murallas del castillo, pero ha lamentado que la compañía haya decidido no trasladar a Xàtiva su colección de arte contemporáneo -una de las más importantes de Europa- sin haber entrado a valorar posibles ubicaciones alternativas, como los antiguos conventos de Santa Clara o Sant Domènec o la Papelera de Sant Jordi, «por citar algunos». No será por falta de ejemplos en otras partes de España: el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo instalado en el transformado monasterio de la Cartuja de Sevilla recibió 200.000 visitantes en 2015. Este tipo de arte también abraza el convento de San Benito del Real de Valladolid o el Palacio de la Mosquera de Ávila.

Para Xàtiva Digna, la decisión «confirma que el interés de Inelcom no se fundamentaba en apoyar y ampliar la oferta cultural de Xàtiva, sino en conseguir a través de este argumento obtener permisos para realizar construcciones e infraestructuras en una zona totalmente prohibida». Según la plataforma, «muchas voces han planteado que el verdadero motor de esta iniciativa siempre ha sido atender a intereses particulares, ampliando las instalaciones del hotel». La promotora lo niega rotundamente. Xàtiva Digna aplaude la retirada del proyecto. «Ya hemos sufrido demasiadas veces que bajo falsas promesas de reactivación económica e interés general se realizan acciones de interés privado», afirman. La entidad sostiene que la empresa quería «conseguir apoyos institucionales para revertir la legalidad en su propio beneficio» y reivindica su compromiso por la protección de la falda del castillo y del patrimonio de la ciudad.

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