No es una celebración que se caracterice jamás por el frío y ni siquiera por las temperaturas suaves. Pero el insólito calor reinante en prácticamente todo el territorio valenciano hizo de este domingo de Corpus Christi uno de los más estivales que se recuerdan. Unas temperaturas tan altas y la consiguiente diáspora a playas y piscinas provocó que la participación menguara en cuanto a asistencia de espectadores. En Ontinyent la procesión cívica venía con novedades. Los gegants cristianos y moros de la capital de la Vall d'Albaida han estrenado nuevos vestidos, en el 25 aniversario de la recuperación de estas figuras. Las prendas fueron presentados el sábado en un acto público en la Plaza Mayor, coincidiendo con la víspera del Corpus, en un acto en el que estaban también presentes los cabets y la recién recuperada figura de la Tartuga, que acompañaron a los gigantes en un pasacalle durante el cual obsequiaba a los niños con un detalle conmemorativo. Al día siguiente, gegants i cabets dieron colorido a la procesión acompañados de las dansetes. El ayuntamiento ha apoyado la renovación del vestuario con 5.000 euros.

No bailan en Corretgeria

En Xàtiva, el desfile del domingo mantuvo su línea en general pero algunos vecinos advirtieron de que la calle Corretgeria (un tramo muy importante, la recta que enlaza con la Seu) no hubo dansetes este año ni, por lo tanto, prácticamente tampoco desfile. Si unimos que esta calle ya se queda sin gran parte de la procesión del Santo Entierro de la Semana Santa, parece que de vía principal de la vuelta general de Xàtiva ha pasado a pasacalle sin orden ni concierto. En Navarrés, según informa Rafael Ruiz, la procesión reunió a los niños que en este año han recibido la primera comunión. El párroco, Germán Oltra, portaba la sagrada Custodia bajo palio. En cada uno de los tres altaretes instalado en el recorrido de la procesión, los jóvenes comulgantes se paraban para realizar un pequeño ceremonial que se repetía en el siguiente altarete.