Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Xàtiva estudia mejoras viales para extender el uso de la bici y los viajes a pie

El equipo redactor del Plan de Movilidad propone un marco de actuaciones encaminadas a arrebatar terreno al coche, dentro del proceso de participación abierto

Mapa isócrono del término de Xàtiva que muestra la distancia en kilómetros, a pie y en bici entre zonas.

Europa camina hacia una nueva movilidad sostenible que genera tensiones y resistencias. El debate recorre todos los rincones del continente y Xàtiva no es una excepción. El equipo redactor del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) que verá la luz dentro de nueve meses esbozó el miércoles un primer marco de actuaciones e «ideas para pasar a la acción» en la jornada de arranque del proceso de participación iniciado por el ayuntamiento para pulsar la opinión vecinal sobre la problemática del tráfico y consensuar una estrategia integral a largo plazo.

Miguel Mateos, ingeniero especialista en Transporte Terrestre y miembro de la consultora Gea21, pone el acento en un punto de partida vital: el espacio físico, la orografía y las dimensiones «de escala peatonal» de Xàtiva crean las condiciones propicias para articular «un modelo de ciudad mucho más sostenible», donde el espacio actualmente copado por el coche pierda terreno frente a otros transportes alternativos que se quieren priorizar, como la bicicleta. El núcleo urbano de Xàtiva apenas ocupa un radio de 5 kilómetros. «Entre el IES Lluís Simarro y la Plaza España hay 10 minutos en bici y 30 caminando. Del ayuntamiento al cine son 7 minutos en bici», sostiene Mateos. A pesar de ello, el uso de la bici sigue siendo muy residual en los desplazamientos cortos del día a día, una tendencia que no ha conseguido revertir el equipo de gobierno con la nueva señalización en las principales vías. Descartada por inviable la idea de ejecutar un anillo ciclista al estilo del de València, el técnico pide abrir la mente a un abanico de posibilidades que van a explorarse en los diferentes talleres de participación programados con el PMUS.

«Demanda latente» de ciclistas

El técnico ve primordial el incremento de la seguridad de los ciclistas para activar una «demanda latente» de usuarios que cogen el coche porque consideran que no hay otra alternativa. ¿Cómo? Lo primero es calmar el tráfico. Frente a una peatonalización dura que ponga en pie de guerra a los conductores, Mateos abre la puerta a alternativas «no excluyentes» que fomenten los recorridos a pie o en bici, estableciendo una jerarquización, reordenando la señalización o el diseño viario, jugando con el mobiliario y los aparcamientos o cambiando el sentido de la circulación. El objetivo es que la percepción del peligro sea mucho menor para el peatón y el ciclista y que todos los medios de transporte convivan en una mayor igualdad de condiciones, sin «imposiciones severas» que supongan el cierre total al tráfico de determinadas zonas.

«Ahora mismo no hay convivencia. El coche ha conquistado el espacio urbano y las aceras se llenan de obstáculos: se ha primado la ley del más fuerte y del que más peligro conlleva», observa. Mateos es consciente de que se requiere de mucho tiempo para cambiar hábitos y mentalidades, pero opina que postergar el debate conduce al inmovilismo actual. Y da un dato: un 80% del espacio público en núcleos urbanos está ocupado por infraestructura diseñadas para los coches, que lo colonizan todo y cada vez son más grandes y pesados.

También se contemplan actuaciones a corto plazo. El edil de Movilidad, Miquel Lorente, anuncia una inversión de 10.000 euros para eliminar barreras arquitectónicas y un estudio para crear itinerarios seguros a pie hasta las escuelas.

Compartir el artículo

stats