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Los regantes alertan del riesgo de plagas e incendios en campos perdidos de Xàtiva

La comunidad de la acequia Murta pide al consistorio que actúe contra los propietarios que no limpian sus parcelas y advierte del perjuicio para los agricultores

Parcelas abandonadas en el camí de l'Estret, atravesadas por una acequia Murta invisible. perales iborra

El artículo 18 de las ordenanzas rurales de Xàtiva determina claramente cuál es el primero de los deberes del propietario de una finca rústica: «mantener la parcela en las mínimas condiciones de limpieza y salubridad exigibles» para que «las posibles plagas en cultivos o la aparición de hierbajos no se propaguen a las fincas colindantes».

Basta darse un pequeño paseo por el vasto término de la ciudad para comprobar cómo la normativa se incumple hasta extremos sonrojantes por culpa de otra plaga: la del abandono de cada vez más campos agrícolas. Eso es, al menos, lo que acaba de denunciar la Comunidad de Regantes de la Acequia Murta. A través de un escrito registrado el martes en el ayuntamiento, el presidente del colectivo, Arcado Santaeulalia, pide que la administración tome cartas en el asunto y actúe sobre determinados propietarios que conservan una serie de terrenos totalmente perdidos y sin mantenimiento, colindantes al trazado de una acequia Murta que se vuelve invisible en algunos puntos por la abundante maleza existente.

La dejadez y la falta de cuidados, señala Santaeulalia, «puede ocasionar que se amadriguen perros, ratas y caracoles, además de malas hierbas de toda clase». El escrito advierte del elevado riesgo de que un incendio se propague a las parcelas colindantes, con el «dolo económico que ello puede producir». La comunidad pone el foco en seis parcelas problemáticas ubicadas en el Camí de l'Estret y el Camí de Santa Anna, pertenecientes a cuatro particulares.

Las fincas, de entre 7.000 y 14.500 m2 de superficie, constituyen, a juicio de Santaeulalia, un foco de plagas incontroladas que pueden dañar cultivos aledaños. Este diario ha podido constatar la abundante población de conejos en l'Estret, junto a la vía del tren. Los regantes se sienten agraviados: han de redoblar las labores de limpieza para mantener a salvo los márgenes de las acequias y también sufren los daños de los animales y de la vegetación que obstruye las conducciones. Santaeulalia se ha dirigido a la concejalía de Medio Ambiente y va a transmitir la queja al Consell Agrari.

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