Viene ya de lejos el despropósito de la piscina Murta de Xàtiva: desde la destrucción por el anterior gobierno municipal de una de las mejores piscinas olímpicas de la provincia de Valencia con la excusa de su costosa reparación y mantenimiento. Con tan sólo un pequeño tanto por ciento de los sobrecostes finales de las faraónicas obras de la plaza de toros y la Ciutat de l'Esport, la antigua piscina Murta con su trampolín de saltos luciría, sin duda, hoy magnífica. Y lo más importante, daría un adecuado servicio en el interior del núcleo urbano a los 29.000 habitantes de Xàtiva que ante las altas temperaturas saturan el pequeño estanque temático en el que convirtieron la magnífica instalación deportiva. Y también serviría para que el renacido club de natación de la ciudad, que poco a poco va consiguiendo „en otras ciudades„ triunfos en distintas competiciones de la mano de jóvenes promesas, tuviera un espacio digno en el que entrenar, al que acudir andando, sin necesidad de tener que ser llevados en coche hasta el extrarradio porque el transporte público es otra de las asignaturas pendientes del ámbito municipal.
Esa gestión municipal de la piscina Murta, que ya hace años olvidó que muchos y muchas setabenses, de poca edad o ya mayores, no disponen ni de piscina en chalet propio ni de la posibilidad de conducir hasta otras piscinas fuera de las calles de Xàtiva, parece que continúa con la misma dinámica. Y, probablemente, como ocurre con casi todos los servicios públicos con deficiencias y carencias que no responden adecuadamente a la demanda, la causa principal estriba en que los responsables que deciden sobre el servicio no son usuarios del mismo, y así es bastante difícil dar una adecuada solución a los problemas.
La piscina Murta está sobrepasada en su capacidad „que se ve todavía más mermada al activar los toboganes„, carece de suficiente zona habilitada de sombra, tiene el agua turbia la mayoría de días, existen pocas duchas, ha sufrido cierres por averías en su sistema de depuración de aguas, las instalaciones „pese a su juventud„ se van deteriorando rápidamente, con desconchados, suciedad y moho en rejillas y otras zonas, y el servicio de bar-cafetería permanece cerrado. La mayoría de ellos son problemas cuya solución, como se hace en otras ciudades, depende de haber preparado, limpiado y probado meses antes la instalación para su correcto funcionamiento durante la temporada estival.
Medio mes de agosto cerrada
Durante los días de la Fira d'Agost y algunos más „concretamente del 11 al 22, casi medio mes de agosto„ cerrará sus puertas, como si no hiciera calor en esos días, con una dudosa justificación que va desde el uso privativo para los espectáculos del anexo campo de futbol hasta la imposibilidad de controlar que las personas que accedan a ella en la semana de Fira cumplan las normas de baño, comportamiento y respeten la piscina. Para todo ello hay alternativas y medidas, lo que quiere decir, una vez más, como durante todos los años anteriores, que no existe voluntad de los responsables, que ni son usuarios ni necesitan de su servicio, y que éste no es un asunto prioritario frente a otros que sí permiten un mayor lucimiento de los responsables municipales de turno.
Llaman la atención, con la piscina saturada de personas, especialmente en los fines de semana, las dos sepulturas de superficie decorada, a pleno sol, con que se cubrieron las dos piscinas complementarias a la olímpica, teniendo en cuenta además que existe un establecimiento hotelero que da directamente al recinto. Y ante las reclamaciones, una y otra vez de los sufridos usuarios, la respuesta de los que deciden, no usuarios, encogiéndose de hombros y diciendo que eso estaba de esa manera cuando ellos llegaron, y que nada pueden hacer. ¿De verdad, nada puede hacerse, en una ciudad como Xàtiva, con temperaturas entre las más elevadas en verano de España y una población cada vez más envejecida y con mayor movilidad reducida, situación a la que también llegaran, tarde o temprano los que hoy deciden que así está bien la piscina Murta de Xàtiva?
