Después de cerrarse el plazo para presentar ofertas, cuatro empresas rivalizan por adjudicarse la explotación del albergue rural de titularidad municipal construido en el paraje de Les Ermites de Vallada, que lleva más de cuatro años terminado y sin uso. El primer concurso para gestionar las instalaciones promovido por el ayuntamiento en 2014 quedó desierto, al carecer el complejo de equipamiento. La nueva corporación municipal lo ha amueblado con la ayuda de la diputación y ha conseguido hacer más atractiva la licitación, acompañada de un estudio que garantiza la viabilidad de la concesión.

Los pliegos del contrato estipulan un canon mínimo de 9.600 euros anuales durante 4 años, prorrogables a 8. El albergue, situado en un entorno privilegiado en pleno corazón de la Serra Grossa, tiene dos plantas, 42 camas, 7 habitaciones y servicio de cafetería-restaurante. El alojamiento se orienta a grupos de excursionistas y visitantes interesados en un turismo de ocio en contacto con la naturaleza y alejado de las masificaciones. El estudio de viabilidad subraya la escasa oferta de este tipo en la comarca y delimita unos precios asequibles en función de la competencia, calculando alrededor de 100 pernoctaciones al año por plaza y una plantilla de seis trabajadores.

Aula de la naturaleza

La alcaldesa, Mª José Tortosa ve el proyecto «ilusionante» y confía en que la actividad del albergue repercuta económicamente en Vallada. El consistorio va a potenciar el atractivo de la zona con más inversiones, transformando una caseta de aperos en un aula educativa de la naturaleza para escolares, adecuando la accesibilidad y habilitando un aparcamiento.