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La amenaza de sanciones impulsa el remozado de casas-palacio en Xàtiva

La inmobiliaria del banco Santander repara una fachada en Corretgeria y otros dos edificios de la calle Montcada son objeto de mejoras El ayuntamiento ha dictado cerca de 70 órdenes de ejecución en 2017

Andamio instalado para reparar la fachada de una casa-palacio propiedad del banco en Corretgeria. p. iborra

La orden de ejecución que el Ayuntamiento de Xàtiva notificó hace unos días al Banco Santader para que acondicione mínimamente el antiguo convento de Santa Clara bajo amenaza de multa no es ni mucho menos la primera que dicta la administración local en lo que va de año. Solo en el conjunto histórico-artístico de la ciudad, se han emitido cerca de 70 instancias de este tipo para obligar a los propietarios privados a ejecutar obras urgentes de remozado en fachadas protegidas y cubiertas de inmuebles que registran un precario estado de conservación y que, como el monasterio, están en muchas ocasiones abandonados y en manos de bancos o inmobiliarias.

Aunque las actuaciones van a paso de tortuga, fuentes municipales subrayan que el lavado de cara comienza a notarse en diversas casas palaciegas situadas en la zona cero del casco antiguo, el principal objetivo marcado con el endurecimiento de la postura frente a los infractores. Un ejemplo ilustrativo es el gran andamio instalado que anuncia obras en el número 11 de la calle Corretgeria. Este edificio histórico de 1.316 metros cuadrados es propiedad precisamente del Banco Santander, que lo vende por 334.600 euros a través de su gestora Altamira.

Otro caserón en el que se ha actuado es la Casa Llopis de la calle Montcada, donde se ejecutaron trabajos de reparación y embellecimiento de la deteriorada fachada a instancias del ejecutivo. La antigua bodega, de 1.248 m2 y tres plantas de altura, forma parte de la cartera de una inmobiliaria que trata de darle salida por 540.000 euros. En los próximos días se prevé el inicio de una tercera intervención en la casa-palacio contigua, la que hace esquinas con la calle Mossen Urios, cuya cubierta ha de ser sustituida tras sufrir un derrumbe. En la acera se ha precintado un perímetro de seguridad.

El regidor de Patrimonio Histórico, Jordi Estellés, recalca que estas actuaciones eran especialmente demandadas por el ayuntamiento para garantizar unos estándares de ornamentación y asegurar la seguridad de los viandantes en el eje central del casco antiguo. La medida se suma a las cerca de 80 actuaciones de rehabilitación de inmuebles aprobadas en el marco del Plan Impuls. Sin embargo, varias voces lamentan que la reforma de los caserones se queda corta, a falta de trabajos de consolidación de mayor profundidad en su interior. Un trozo de la Casa Llopis, por ejemplo, sigue en ruinas. También está pendiente la intervención en la Casa de Guardamino de la calle Corretgeria, un edificio del siglo XVIII en trámites de declararse Bien de Relevancia Local y que registra desde hace años serios desperfectos en la fachada. Pese a los apercibimientos, la propietaria en un principio se escudó en que no entendía las notificaciones recibidas en valenciano para retrasar los trámites. Iniciativa Cívica reclamó otras intervenciones en los palacios de los Sanz de Sorió y de Alboi de la calle Montcada.

Trámites farragosos

La corporación recalca que hace todo lo que está en sus manos y que se siguen todos los procedimientos para que los propietarios cumplan, si bien algunos casos se eternizan en el tiempo porque los trámites son farragosos y los aludidos tratan de dilatar al máximo los plazos, presentado proyectos inaceptables o usando otras artimañas.El incumplimiento de las órdenes puede dar paso a sanciones o a la ejecución subsidiaria.

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