El alcalde de Xàtiva, Roger Cerdà, ha ordenado a la Brigada Municipal de Parques y Jardines que proceda a instalar el ángel en el Belén Monumental de la ciudad. Rectifica de este modo lo que tacha de "decisión unilateral" e "inadecuada" de la Concejalía de Medio ambiente, cuya responsable Pilar Gimeno, había ordenado retirar la figura del ángel anunciador.

El alcalde, sin embargo, resta importancia a la polémica y valora el hecho como "una cuestión anecdótica", puesto que considera que lo realmente importante es "poner en valor el magnífico trabajo de las jardineras y jardineros municipales que atrae a miles de personas hacia la ciudad y contribuye a dinamizar el turismo, el comercio y la hostelería local", mantiene Cerdà.

La decisión del primer edil se produce después de que, como hoy ha informado este diario, el ángel de la Anunciación se hubiera volatilizado del belén monumental más grande de España. La ausencia de esta figura nuclear en la iconografía católica, que hasta el año pasado se colgaba de una de las ramas del árbol situado frente a la escena del nacimiento, no ha pasado inadvertida para los visitantes más aguzados del pesebre municipal, inaugurado el sábado. No es que el consistorio se hubiera olvidado de colocar la pieza del mensajero divino ni que se hubiera extraviado. Su destierro era forzado y partía de una "decisión política" de la concejalía de Parques y Jardines de Xàtiva que dirige Pilar Gimeno (Compromís), y que ha abonado el terreno para la polémica.

La edil justificó ayer la medida como una forma de conciliar sensibilidades diversas y de reducir la carga religiosa de la recreación, que ocupa una extensión de 1.600 m2 y mantiene en cambio otros símbolos: sin ir más lejos, el niño Jesús y la virgen María. "Hoy en día hay muchas religiones. El ángel es un tema de la religión católica, pero no es una figura necesaria, entre comillas. Además del pesebre, que sirve de excusa y de punto de partida desde hace 27 años, hay mucho más que mostrar y enseñar a los niños, como las frutas y verduras o la maquinaria antigua expuesta", razonó Gimeno, para quien "la tradición está para evolucionar". "Queremos que el belén sirva de motor turístico; una herramienta de promoción de la ciudad centrada en la sostenibilidad (puesto que muchos elementos son reciclados)", remachó.

El PP: "Están quitando tradiciones"

La "desangelización" del belén desencadenó la reacción de la oposición municipal y de algunos círculos religiosos, que la intrepretan como un ataque. El PP acusa a la edil responsable de "quitar unas tradiciones e inventarse otras". "Pilar Gimeno no lo quiere [al ángel] porque no le cae bien y manda a los jardineros que lo dejen de poner", le interpelan los populares en las redes sociales. La formación también cuestiona a la regidora por la presencia del Home dels Nassos en la inauguración del belén, cuando la leyenda señala el 31 de diciembre como el único día en que este personaje mitológico se hace visible.

"Me gustaría que hubiera una oposición más constructiva. Cada uno ha tenido sus decisiones políticas. Tenemos un belén que es un elemento dinamizador del comercio y la restauración y eso es lo importante", reiteró Gimeno en respuesta a las críticas.

En el debate ha terciado la madre superiora de las dominicas que habitan el Convento de la Consolación de Xàtiva, a través de un escrito titulado ¿Dónde está el ángel?, donde sor Áurea Sanjuán reflexiona sobre la supresión de la figura. "En nuestras casas y ciudades montamos belenes bajo las alas de un Ángel que proclama: 'Paz a los hombres de buena voluntad'", comienza el texto. "Y el belén representa a esa buena gente, sencilla, humilde, trabajadora, los pastores cuidando el rebaño, el agricultor que cultiva una parcela o la mujer que carga con su cántaro a la fuente", observa. El ángel, a juicio de la dominica, simboliza que "la buena noticia ha llegado para todos". "Pero unos siguen la estrella y otros quieren apagarla", incide.

"Podemos dejar de lado signos religiosos que pueden herir algunas susceptibilidades y quitar protagonismo a algunos proyectos políticos. Pero su noticia no será buena sino es como la de Jesús, en la que las mujeres, los parados, los sin techo, los cojos, los ciegos, las viudas o mujeres denigradas, los excluidos sociales recobran su dignidad", sostiene la religiosa. "La buena noticia llega para todos: grandes y pequeños, triunfadores y frustrados. No es cuestión de ideologías ni de programas políticos". Sor Áurea compara el anuncio del ángel en el portal de Belén con "esa justicia que los líderes anuncian". "Los políticos del color que sean también la anuncian [la buena noticia], ya que todos auguran que de su mano llegará la felicidad y el bienestar, aunque ignoran que antes lo anunciaron el ángel y la estrella", concluye. La controversia está servida.