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Caixa Ontinyent se hace oír en madrid

casi como un premio de Navidad cabe reputar el anuncio de que el director general de Caixa Ontinyent estará en la comisión sobre el rescate bancario, en el congreso de los Diputados. En Madrid quieren mirarse en un espejo puro, por eso qué mejor que llamar a un máximo representante de la entidad ontinyentina, como es el caso de su director general, Vicent Penadés, (además del presidente de Caixa Pollença) que es ejemplo de sensatez empresarial. Sin lugar a dudas Penadés será todo un símbolo, avalado por una caja que si de algo ha hecho gala es de humildad, prudencia y, sobre todo, tresillat o sentido común. Seguramente esta insólita comparecencia en la comisión del Congreso, la que investiga la crisis financiera y el rescate bancario, además de extraordinaria, servirá a los representantes políticos nacionales para formarse un retrato de las causas del seísmo que derrumbó las grandes torres de la mayoría de cajas españolas.

Habrá que ver, también, el texto que se transmite en dicha comparecencia, pero su importancia será capital de cara a la memoria de lo que pasó en unos años aciagos, cuando el conseller económico, José Luis Olivas, y el presidente de la Generalitat Eduardo Zaplana, pusieron en marcha, en territorio valenciano, la nefasta y envenenada reestructuración de las cajas de ahorro. Los resultados fueron tan clamorosos como incorregibles, y dañaron sin paliativos la economía. Amén de las fusiones frías de estas entidades, en las que el tándem Zaplana-Olivas, ondeando como estandarte la bandera del PP, fue ominoso responsable.

Pero, al igual que no hay rosas sin espinas, a falta de otras cajas a las que echarle el ojo, Caixa Ontinyent era objeto en los pasados días de una enmienda en las Corts a propuesta de Podemos y con el apoyo de Compromís que ha provocado la contrariedad en el PSPV. La razón del malestar estriba en que dicha enmienda limita sus mandatos. Al consejo de administración no le ha gustado nada.

No fue broma, un tercio en contra. Aunque el Ayuntamiento de Ontinyent aprobó en un día de bromas, en tiempo y forma el presupuesto de 2018, al gobierno de Rodríguez sus 14 votos a favor pero los siete en contra de los cuatro grupos de la oposición le han debido saber amargos. Y esa circunstancia aconteció pese a la buena disposición de regidor de hacienda Joan Sanchis, al intentar dar toda suerte de explicaciones a los diversos representantes de los grupos opositores. Metió la pata y no convenció a nadie en el asunto de las ayudas al Ontinyent CF. Especialmente cuando dejó perplejos a tirios y troyanos al negar, por no tener constancia, que el club pertenece a un millonario australiano. Así, el actual gobierno afronta el presupuesto del último año completo de su mayoría mermado por la unanimidad de los grupos en contra. Y eso que atendiendo un poco la bajada de impuestos que pedía C's o alguna demanda de Compromís y EU hubiese conseguido casi un pleno.

Adiós. Nacida en los difíciles años 30, esta semana se iba una ontinyentina ejemplar, María Barberá Martínez. Su legado no son cargos de tronío y vanidad. como máximo y porque alguien debía tirar del carro, fue la fundadora de la asociación vecinal de Sant Josep. Su labor altruista no tuvo parangón.

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